EL MUNDO
› EL PREMIER ISRAELI ANUNCIARA QUE DEJA SU PARTIDO Y FORMARA OTRO
Likud sin Laborismo y... sin Sharon
Los laboristas se salieron de la coalición con el conservador Likud. Con la decisión del premier, se anticiparán aún más los comicios.
Anoche el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y su ex aliado, el Partido Laborista, dieron el golpe de gracia al gobierno, adelantando un poco más las ya anticipadas elecciones generales. El primer quiebre lo dio el laborismo, liderado por el recientemente electo Amir Peretz, al votar el fin de la cohabitación de diez meses con el Likud. Sin la presencia del ex líder partidario, Shimon Peres, el laborismo aprobó por unanimidad la salida de la coalición gubernamental. Pocas horas después, fuentes cercanas a Sharon le revelaron al diario Jerusalem Post que el premier anunciaría hoy la salida de su conservador partido, el Likud, y que se reuniría con el presidente para disolver la Knesset (Parlamento). Estos cambios precipitarían aún más el proceso electoral –que ya se pensaba adelantar al 28 de marzo, ocho meses antes de lo previsto–, que podría realizarse el 8 de marzo próximo.
Después de más de una semana de rumores e incertidumbre, Sharon finalmente decidió dejar a su partido para crear uno nuevo, con una tendencia más centrista, con claros objetivos electorales. El primer ministro venía peleando una lucha interna en el Likud con los sectores más conservadores por su plan de retirada de la Franja de Gaza. Se espera que comunique su decisión hoy al presidente, Moshe Katsav, y que le pida la disolución del Parlamento. Según la ley israelí, los comicios tendrían que celebrarse en 90 días, excepto que la Knesset elija a otro primer ministro en su lugar, lo que por el momento parece muy improbable. Durante este período, Sharon se mantendrá en su cargo. Para la prensa local, Sharon contaría con el apoyo de un grupo de al menos 15 parlamentarios del Likud que lo acompañarían a su nuevo partido. Entre las figuras se destacan el viceprimer ministro, Edhud Olmert, el ministro de Turismo, Avraham Hirchson; el de Justicia, Tzipi Livni; el de Seguridad Interior, Gideon Ezra, y el de Transporte, Meir Sheetrit. La sorpresa la dio el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, un reconocido aliado de Sharon, que ya aseguró que se quedará en el Likud.
Los laboristas cuentan con ocho ministros y tres viceministros en el gobierno. Todos enviaron la semana pasada sus cartas de renuncia, a pedido de Peretz. Cuando se confirmen hoy las dimisiones serán efectivas en 48 horas. Peretz aprovechó la reunión del Comité Central del Partido y esbozó, por primera vez, los nuevos lineamientos políticos de la organización. Se declaró a favor de una retirada de los territorios palestinos ocupados y de un acuerdo de paz que “preserve los intereses de los dos pueblos”, incluida la creación de un Estado palestino al lado de Israel. Sin embargo, reafirmó la posición tradicional partidaria contra una retirada del Jerusalén Este anexado y llamó a crear un “Jerusalén unificado” bajo soberanía israelí y rechazó cualquier reconocimiento al derecho de retorno para los refugiados palestinos de 1948.
Los sondeos de opinión habían sugerido durante el fin de semana que el Likud ganaría 38 bancas, en contraste con las 28 para el laborismo bajo su nuevo líder Peretz, si Sharon de 77 años decide mantenerse en el partido. Si se candidatea liderando un nuevo partido, en cambio, Sharon ganaría sólo 28 asientos, contra 28 para el laborismo y 18 para el fragmentado Likud. Esto representa un incremento en la confianza hacia Peretz, el jefe sindical que reemplazó a Shimon Peres en las primarias del partido dos semanas atrás. El laborismo comanda sólo 22 bancas de las 120 que forman el actual Knesset (Parlamento israelí), mientras que el Likud controla 40. La encuesta, publicada en el diario masivo Yediot Aharonot, presenta el principal problema que tendrá Sharon en su estrategia para las próximas elecciones. Liderando ahora un nuevo partido, ¿podrá construir una coalición viable, cuando al menos siete partidos pequeños probablemente obtendrán bancas bajo el sistema de representación proporcional israelí? Incluso un asesor del primer ministro alertó sobre el peligro del reposicionamiento de las fuerzas del sistema político israelí: “Muchos de los parlamentarios del Likud no lo apoyarán en la implementación del mapa de ruta internacional para la paz, que sabe que supondrá concesionesterritoriales en Cisjordania. Por otro lado, no sabe si la fragmentación en la arena política será tan fuerte que no podrá formar una coalición si encabeza un nuevo partido”.
Sharon, consciente de lo difícil que sería formar una coalición viable, ya había comenzado a buscar aliados, incluso antes de que se conociera su decisión. En la reunión de gabinete de ayer, le hizo un ofrecimiento al ex líder laborista de 88 años Shimon Peres para que se les una. “Shimon”, dijo, “éste es sólo el comienzo de nuestro trabajo juntos. Te pediré tu ayuda en el futuro”.