El gobierno cubano incrementó ayer las tarifas eléctricas y decretó la subida de la mayoría de los salarios y pensiones como parte del plan de reordenamiento económico y de eliminación de subsidios estatales anunciado la semana pasada por Fidel Castro. Las medidas se inscriben dentro de la actual campaña que libran las autoridades para “luchar contra el despilfarro” y corregir “errores” de las “políticas económicas” del pasado. Las medidas también pretenden acortar la brecha que existe entre los que obtienen menos ingresos y aquellos que el régimen considera nuevos ricos, contra los que se ha desatado una ofensiva nacional.
A partir de ahora, los que más consumen tendrán que pagar el kilovatio por hora cuatro veces más caro que antes, aunque la tarifa seguirá subsidiada para los que gastan menos. El decreto que establece las subidas de las tarifas eléctricas está firmado por Fidel Castro y toma en consideración diversos factores para justificar el incremento, entre ellos la elevación del precio del combustible en el mercado mundial, pero también “la despreocupación de la ciudadanía en cuanto al gasto de electricidad, dados los ínfimos precios de la misma” en Cuba, y las “grandes desigualdades de ingresos entre los que reciben pensiones y salarios relativamente bajos y los que se benefician de grandes ingresos monetarios derivados de especulaciones, desvíos de recursos y otras formas de enriquecimiento ilícito”.
El precio de un kilovatio por hora oscilaba entre los 9 centavos y los 30 centavos, según el consumo. A partir de ahora, los que gasten mensualmente más de 300 kilovatios por hora (el 7% de los hogares cubanos) tendrán que pagar el kilovatio por hora adicional a 1,30 pesos cubanos, en vez de a 30 centavos. Para los que consuman menos de 100 kilovatios por hora (el 45%), la tarifa se mantendrá como antes.
Con la medida, el gobierno cubano pretende no sólo “desalentar el exceso de consumo de los que despilfarran, sea cual fuere su estatus económico actual”, sino también desprenderse poco a poco de las antiguas políticas de subsidio que hoy actúan como un lastre, introduciendo criterios económicos más realistas.
Junto a la subida de las tarifas eléctricas, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social anunciaron que aplicarán nuevos incrementos salariales y mejorías adicionales para elevar las prestaciones de la seguridad y la asistencia social. Según las autoridades, la subida de salarios beneficiará a 2.214.000 trabajadores, con un “incremento promedio mensual de 43 pesos por trabajador”. La semana pasada, Fidel Castro aseguró en un discurso en la Universidad de La Habana que, para sobrevivir y “preservar el socialismo”, la revolución debía corregir “errores” económicos y acabar con políticas paternalistas del pasado que en la Cuba de hoy ya no tienen sentido. El líder comunista describió una situación de caos, descontrol administrativo y robo generalizado que socavaban las bases del sistema, y anunció una cruzada nacional contra las “desviaciones” y los “nuevos ricos”. Castro llegó a afirmar que la Revolución Cubana corría el riesgo de autodestruirse, consideró que algunos dirigentes cometieron el error de creer que “se podía construir el socialismo con métodos capitalistas” y aseguró que era imprescindible reducir las desigualdades entre los “nuevos ricos” y los trabajadores y lograr que los ciudadanos puedan volver a vivir de su salario y de las pensiones.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.