EL MUNDO
Capturan células terroristas que operaban en un ministerio en Irak
Un funcionario de Interior abastecía de armas y dirigía dos células. Una tercera funcionaba en una firma de inversiones.
Las fuerzas de seguridad iraquíes arrestaron a líderes de tres células terroristas que llevaron a cabo operaciones armadas en zonas alrededor de Bagdad. Dos de esas células estaban dirigidas por un funcionario del Ministerio del Interior y la tercera estaba encabezada por un gerente de una empresa privada de inversiones. Además de la incesante violencia en el país y del lanzamiento de operaciones de seguridad, murió un testigo clave del juicio a Saddam Hussein, que se reanudará el lunes próximo.
El arresto del responsable del Ministerio del Interior por participar en actividades de una célula terrorista es la segunda controversia en la que se ve envuelta esta institución recientemente, después de haber sido acusada hace unas semanas de permitir la tortura de más de 170 detenidos iraquíes. “Los arrestos tuvieron lugar de acuerdo con la legalidad”, indicó el general iraquí Bassem al Gharawya. “Los detenidos confesaron haber secuestrado, matado y colocado explosivos. El rol del funcionario del Ministerio del Interior era suministrar armas, equipos y documentos oficiales para facilitarles las operaciones”, señaló. Además, informó que las redes terroristas tenían su sede en Al Ghazaliya y Al Yihad, zonas situadas al oeste de Bagdad.
Por otra parte, a tan solo días de la reanudación del juicio a Saddam Hussein el lunes próximo por la masacre de 148 chiítas en 1982 en Dujeil, se dio a conocer la muerte de uno de los testigos clave del caso. Una fuente que no quiso ser identificada, informó que Wadah Jalil Al Sheij murió el pasado día cinco, una semana después de que un equipo de jueces del tribunal grabaran en video y audio su testimonio sobre la masacre. Al Sheij murió tras ser trasladado de su cárcel a un hospital privado, donde recibía tratamiento por cáncer. El testigo era ex oficial en el anterior servicio de inteligencia iraquí cuando ocurrió en 1982 el intento de asesinato fallido contra la delegación de Saddam en el citado pueblo, a 60 kilómetros al norte de Bagdad. Si bien ésta es una supuesta muerte natural, no es el primer deceso en torno del juicio del ex dictador iraquí. El 20 de octubre pasado, un día después del inicio del proceso, un magistrado, Saadun Ansar Nazif al Yenabi, apareció muerto con impactos de bala, horas después de haber sido secuestrado. Además, el abogado Adel Mohamed Abbas, que defendía a Barzan al Tikriti, hermanastro de Saddam y ex jefe de los servicios de inteligencia, murió asesinado el pasado 8 cuando el coche en el que viajaba fue tiroteado por un grupo de pistoleros en el oeste de la capital iraquí.
El número de muertos en el país a manos de la insurgencia sigue aumentando, ya que seis iraquíes, entre ellos cuatro soldados, fueron abatidos el jueves por la noche por hombres armados no identificados cerca de la ciudad de Howaiya, 50 kilómetros al oeste de Kirkuk, en el norte del país. El oficial del ejército iraquí Amer Hassan dijo que los hombres armados abrieron fuego desde un automóvil en marcha contra un vehículo militar matando a cuatro soldados, entre ellos el jefe militar de Howaiya, Saad Al Jabouri, y a dos transeúntes. Además, en Faluja, al oeste de Bagdad, hombres armados mataron a tiros a un camionero y prendieron fuego su vehículo en la autopista. Testigos dijeron que creían que la víctima trabajaba para las fuerzas estadounidenses en una de sus bases. A causa de la violencia y con el objetivo de garantizar la seguridad antes de la celebración de las próximas elecciones parlamentarias el 15 de diciembre, las fuerzas de la Guardia Nacional iraquí lanzaron ayer una nueva campaña de detenciones y persecución en el norte de Bagdad.