EL MUNDO
› RENUNCIO EL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL DE ITALIA
Escándalo que se cobra a uno
› Por John Phillips *
Desde Roma
Antonio Fazio, el asediado presidente del Banco de Italia, renunció cuando el escándalo por su presunto ejercicio ilegal en las batallas para controlar los bancos italianos amenazaba con alcanzar los niveles más altos de la coalición de centroderecha de Silvio Berlusconi. Fazio, de 69 años, entregó su renuncia al miembro más antiguo del directorio del Banco de Italia, Paolo Emilio Ferreri, resignándose luego de varios meses de presión política y de los medios durante los cuales se aferró obstinadamente a su puesto. Fue una movida entendida en general como un medio para salvar al Banco Central de la vergüenza de haber tenido que echarlo en la reunión de directorio que se realiza hoy. En una breve declaración, Fazio sostuvo que “la decisión fue tomada independientemente, con la conciencia clara, para devolver la serenidad al país y al Banco de Italia”.
Sin embargo, su posición se había vuelto insostenible después de que saliera a la luz la semana pasada que estaba siendo investigado por fiscales de Milan por presunto abuso de información privilegiada como parte de una investigación mayor de acusaciones de fraude descarado en la Banca Popolare Italiana. Las noticias del fraude persuadieron a muchos simpatizantes a que abandonaran a Fazio y el ministro de Economía, Giulio Tremonti, ya había prometido introducir una legislación antes de Navidad que lo forzara a dimitir. Las acusaciones de abuso de información privilegiada, que fueron publicadas por primera vez en el diario Corriere della Sera el viernes pasado, dieron el tiro de gracia a las posibilidades de Fazio de mantenerse en el cargo. Ya había sido humillado durante la semana con el arresto de Gianpiero Fiorani, el jefe ejecutivo de la Banca Popolare Italiana, por 13 cargos, incluyendo fraude bursátil y malversación de fondos de las cuentas de los clientes del banco.
El largo escándalo que involucró a los dos hombres explotó el verano pasado, cuando los medios hicieron público las transcripciones de las conversaciones telefónicas entre ellos. Esto provocó dudas sobre el evidente apoyo del presidente del Banco Central a la Banca Popolare en la fallida guerra por el control de la Banca Antoveneta SpA en desmedro del banco danés Amro Holding NV.
Poco después de la medianoche del 12 de julio, Fazio llamó a Fiorani para contarle que acababa de aprobar la propuesta de la Banca Popolare para la adquisición. “Tengo piel de gallina”, le comentó Fiorani. “Gracias. Podría besarlo en la frente.” A continuación, el presidente admitió haber recibido regalos por unas decenas de miles de euros, aunque dijo que fueron parte de la cultura normal de regalos entre amigos. Las acciones de la Bolsa de Milán subieron anoche por el optimismo de que la renuncia ayudara a restaurar la confianza en la cuarta economía de Europa.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Laura Carpineta