El gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, afirmó el viernes que “la Argentina está punto de sucumbir”, criticó a la dirigencia política y volvió a pedir elecciones generales para todos los cargos. “Votemos por todo, desde la Presidencia hasta el último puesto de concejal, y el que tenga que quedar que quede, y el que no, que se vaya”, propuso en un acto en la localidad bonaerense de Grand Bourg.
Kirchner criticó a los políticos que “en estos tiempos de crisis se están escondiendo, o andan en autos con vidrios polarizados y llenos de guardaespaldas”, aunque aclaró que “lo que pasa en la Argentina no es culpa de los dirigentes, sino que refleja el estado de una sociedad”. El gobernador destacó que “no hay otra forma de cambiar el escenario y tener un gobierno creíble que pueda refundar la Nación, que no sea mediante un Presidente que tenga legitimidad de origen”.
El santacruceño también habló sobre las conflictivas declaraciones que realizó la semana pasada el presidente uruguayo, Jorge Batlle. “Me ha molestado mucho lo que dijo, porque no lo creo, ya que dijo que éramos todos ladrones y después vino a hacer el discurso que todos vimos”, afirmó. Kirchner aseguró que, para salir de la crisis, “hay que reorganizar el Estado, recuperar la pirámide fiscal mediante un derecho penal tributario que nos permita recuperar los 40 millones de pesos de evasión que tenemos por año, cambiar el sistema impositivo, generar un seguro de empleo y formación, y crear un sistema controlador de servicios privatizados”.
El gobernador, que lidera “la corriente” –una línea interna del justicialismo–, aseguró que “no es cierto que para gobernar haya que aliarse con los sectores conservadores y liberales: se puede administrar desde proyectos que contengan a toda la sociedad dentro de la estructura productiva”.