El gobierno español del socialista José Luis Rodríguez Zapatero convocó al nuncio papal en España para expresarle su “rotundo rechazo” por la “broma” y engaño que la radio COPE del Episcopado le jugó el martes al presidente electo de Bolivia, Evo Morales. El gobierno español también presentó sus disculpas ante el gobierno del país latinoamericano, que ya había presentado una carta de protesta. La radio, ligada también al conservador Partido Popular, se disculpó, pero la Cancillería boliviana no se dio por satisfecha, ya que las autoridades de la radio no consideraron el hecho como un error. El Episcopado español, principal accionista de la radio, se disculpó también, pero aclaró que no tomará medidas con la emisora.
El martes, un supuesto periodista del programa La Mañana, de la Radio española COPE, llamó a Evo Morales haciéndose pasar por Rodríguez Zapatero para felicitarlo. “Usted se unirá al eje de los hermanos de Cuba y del hermano Chávez para impulsar el nuevo orden en América latina”, le soltó el supuesto periodista a un desconcertado pero cauteloso Evo Morales, que respondió con cierta cortedad. “¿Ya lo llamó el imperialista Bush para felicitarlo?”, insistió el español. “No, todavía no”, le contestó Morales. “Bueno, me imagino que usted se sumará a la lucha contra estos imperialistas”, continuó el supuesto humorista español, que trataba de sonsacar declaraciones. Poco después, ante una pregunta de los periodistas, Morales dijo que había recibido las felicitaciones de Kirchner, Lula y de Rodríguez Zapatero. La presidencia española desmintió que el mandatario español hubiera efectuado la llamada. Finalmente, la emisora difundió la conversación y se produjo un fuerte incidente diplomático que ha levantado protestas en Bolivia y en España.
Por otra parte, la primera reunión para el pase de posta del gobierno de Bolivia se efectuó ayer en el Palacio Quemado de La Paz, iniciando así la transición gubernamental, que concluirá el 22 de enero próximo. Rodríguez y Morales desayunaron junto a un equipo de transición en el Palacio Quemado de La Paz, donde conformaron comisiones que se encargarán de coordinar la transmisión del mando y de discutir los principales temas de la agenda nacional, especialmente económicos y sociales.
Con el objetivo de evitar problemas con organismos cívicos de Santa Cruz , dominados por sectores de derecha, Morales aclaró tras la cita con Rodríguez que no pidió la postergación de la licitación del rico yacimiento de hierro del Mutún. A un mes de asumir la presidencia, Rodríguez frenó por 60 días la licitación para explotar el reservorio de hierro, una medida que generó fuertes protestas en Santa Cruz, que amenazaban con incomodar al futuro gobierno de Morales. Sin embargo, el líder indígena dijo que “el proceso de licitación debe continuar”, porque es importante para el país que se beneficie la región. Además, Morales anticipó que los cambios en el estamento militar y de la policía se anunciarán después de su posesión, garantizando así “un buen desenvolvimiento” de las autoridades policiales y militares. El futuro presidente dio también un claro mensaje a las organizaciones sociales como la Central Obrera Boliviana (COB), el Movimiento Sin Tierra (MST) y cooperativistas mineros, entre otros. Ante los reclamos de ministerios, Morales dijo que “mi gobierno no será para distribuir cargos, sino para cambiar al país”, y afirmó que quienes integren su equipo de gobierno serán las personas “más capacitadas e idóneas”.