EL MUNDO › MORALES INICIO EN VENEZUELA SU GIRA MUNDIAL COMO PRESIDENTE ELECTO
Rechazando ser parte de un “eje del mal”, Evo Morales, presidente electo boliviano, y Hugo Chávez, jefe de Estado venezolano, se reunieron ayer en Venezuela levantando un discurso antiimperialista y antineoliberal. Es el comienzo de una gira internacional de Morales que busca consolidar el giro a la izquierda en la región.
› Por Clodovaldo Hernández *
Desde Caracas
“Ha llegado un tiempo nuevo, el tiempo de los pueblos latinoamericanos”, dijo el presidente electo de Bolivia, Evo Morales, momentos después de arribar a Venezuela, para reunirse con el presidente Hugo Chávez. Afirmó que ese nuevo tiempo no pertenece a las grandes potencias, sino a las naciones latinoamericanas y que con su elección como presidente, Bolivia se incorpora a la lucha antineoliberal y antiimperialista de la que ya son ejemplos Cuba y Venezuela.
Morales llegó al aeropuerto internacional Simón Bolívar, en las vecindades de Caracas, procedente de La Paz, en una aeronave de Cubana de Aviación. Chávez lo recibió personalmente ante la escalerilla y encabezó la ceremonia de presentación de su tren ministerial y un pase de revista a un desfile militar, honores habitualmente reservados a los jefes de Estado en funciones. Antes de comenzar los actos, Chávez subió al avión y estuvo conversando en privado con Morales por unos diez minutos. Después de cumplir una visita de apenas ocho horas, tenía previsto viajar a España para dar inicio a una gira europea que lo llevará también a Bélgica y Francia. Luego seguirá camino a China y Sudáfrica y, antes de retornar a Bolivia, el 13 de enero, tocará en Brasil, donde se entrevistará con Luiz Inácio Lula da Silva, otro de los presidentes que conforman el frente de gobiernos izquierdistas de la región, junto al uruguayo Tabaré Vázquez y el argentino Néstor Kirchner.
Bolivia posee, después de Venezuela, la segunda mayor reserva gasífera del subcontinente y el manejo de este recurso natural ha sido uno de los factores en las recientes convulsiones políticas de ese país. Morales, con un discurso de marcado acento nacionalista, ha expresado su determinación de restablecer la soberanía boliviana sobre el gas, lo que ha generado incertidumbre entre las grandes empresas petroleras.
Morales, en un breve contacto con los reporteros antes de subir al automóvil presidencial, aseguró que con su elección, “Bolivia se suma a la lucha antineoliberal y antiimperialista de los pueblos latinoamericanos”. Dijo estar muy feliz por el triunfo alcanzado en las elecciones presidenciales, en las que logró la mayoría de 50 por ciento más un voto que hizo innecesaria una confirmación por parte del Congreso.
Chávez, por su parte, informó que analizaría con Morales las posibilidades de cooperación con el futuro gobierno boliviano en materias tales como utilización de tierras productivas y lucha contra la corrupción. “Espero que, modestamente, podamos ayudar a Bolivia en su lucha por recuperar la dignidad”, dijo.
Explicó que ha leído el plan de 10 puntos que tiene previsto aplicar Morales desde su ascenso al poder el próximo 22 y estima que hay posibilidades de que Venezuela coopere en cada uno de ellos. Tal vez por ello, al presentarle a sus ministros, Chávez les dio instrucciones de mantenerse en contacto con quienes serán sus homólogos bolivianos para hacer efectiva la colaboración.
El mandatario venezolano rechazó los análisis según los cuales Morales se está incorporando al “eje del mal” porque sus primeras visitas como presidente electo han sido a La Habana y Caracas. “Por el contrario, el nuestro es el eje del bien, el del desarrollo pacífico de los pueblos. El otro, el que amenaza, invade, asesina, es el eje de Washington y sus aliados, ese sí que es el verdadero eje del mal”, expresó.
A lo largo de la crisis política boliviana y en especial durante la campaña electoral, adversarios de Morales en Bolivia, de Chávez en Venezuela y voceros estadounidenses acusaron al presidente venezolano de financiar al candidato indígena. Estos señalamientos fueron siempre rechazados por Chávez.
Morales y Chávez se dirigieron luego al Panteón Nacional, una antigua iglesia donde están sepultados los restos del Libertador Simón Bolívar y de numerosos héroes de la nacionalidad y la Independencia. Aparte de colocar una ofrenda floral ante la tumba de Bolívar, el presidente electo boliviano lo hizo ante el lugar donde, simbólicamente, reposan los restos de Guacaipuro, un cacique indígena que lideró las luchas iniciales contra la colonización y prefirió inmolarse antes que entregarse en manos de los conquistadores españoles.
Frente al Panteón Nacional, centenares de personas portando pequeñas banderas nacionales de Bolivia y Venezuela vitorearon a los dos presidentes. Entre los asistentes se destacaban algunos representantes de las etnias indígenas venezolanas.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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