EL MUNDO › TRAS EL DERRAME CEREBRAL, SHARON SIGUE EN ESTADO CRITICO
El premier israelí Ariel Sharon comenzará a salir del coma inducido a partir de hoy. Según los médicos, existe alguna chance de recuperarse, pero descartan su vuelta a la política.
› Por Eric Silver *
Desde Jerusalén
Cinco días y tres operaciones después de que Ariel Sharon sufriera una severa hemorragia cerebral, los médicos del primer ministro israelí planean hoy despertarlo de su coma inducido, siempre que su condición se mantenga estable. Sólo después podrá el equipo del hospital Hadassah de Jerusalén determinar cuán severo es el daño. ¿Quedará el líder de 77 años paralizado? ¿Podrá hablar? ¿Entenderá lo que está sucediendo alrededor de él? En una declaración que parece más de tacto que de convicción, Ehud Olmert, el primer ministro en funciones, les dijo a sus colegas del gabinete ayer: “Estamos deseando y esperando que el primer ministro se recupere, fortalezca y vuelva a dirigir el Estado de Israel”. Los neurólogos aseguraron que las posibilidades de Sharon de algún tipo de recuperación han mejorado, aunque descuentan que alguna vez pueda volver a su cargo.
El doctor rosarino José Cohen, un importante miembro del equipo quirúrgico de Hadassah, explicó que sus chances de sobrevivir son altas, pero que su habilidad para pensar y razonar se verá deteriorada. “No continuará siendo primer ministro, pero puede ser que sea capaz de comprender y de hablar. Decir que después de un ataque severo como éste no habrá problemas cognitivos es simplemente no reconocer la realidad.” En los partes médicos luego de una nueva tomografía computada, ayer el doctor Shlomo Mor-Yosef, el director del hospital, afirmó que Sharon mostraba una “leve mejoría”, aunque su condición seguía siendo crítica. La inflamación en el cerebro ha bajado. La presión sanguínea y la intracraneal estaban dentro del rango normal. El fluido de la espina cerebral, que provocó la tercera operación el viernes pasado, estaba drenando bien. No había fiebre.
Los médicos saben también que el lado derecho del cerebro de Sharon resultó dañado tras la hemorragia, pero el izquierdo podría estar intacto. Para el también neurocirujano argentino Félix Umansky, que ha participado en las tres operaciones de Sharon, existen razones para creer en una recuperación del primer ministro, aunque “probablemente no sea al ciento por ciento”. “A la luz de todos estos factores –dijo Mor-Yosef–, el panel de expertos decidió comenzar el proceso para sacarlo de la sedación mañana a la mañana (por hoy). Todo depende, por supuesto, de si el primer ministro se mantiene hasta mañana sin sufrir ningún incidente significativo.”
Olmert, que tomó el mando con la sutil discreción de un exitoso abogado y hábil operador político, difundió un mensaje de normalidad. “Continuaremos haciendo lo que Arik hubiese querido –le dijo al gabinete–, ocupándose de los asuntos como debe hacerse.” Tres meses antes de una elección general, nadie quiere ser acusado de explotar la crisis con objetivos partidarios. Las campañas electorales están suspendidas. Los líderes de los tres partidos más importantes, Kadima de Sharon, el laborismo, y el Likud, ya le manifestaron su solidaridad a Olmert.
Sin embargo, bajo la superficie, ya se están diseñando las estrategias. El Likud y el laborismo están apuntando al centro, con la esperanza de atraer de vuelta a los votantes que desertaron para sumarse a Kadima porque confiaban en Sharon. El desafío para Benjamin Netanyahu, el líder del Likud, serán las elecciones primarias para los candidatos parlamentarios, programadas para este jueves. Su objetivo es mostrar la imagen de un partido de extrema derecha que combatió con todos sus medios contra la popular desconexión de Gaza.
Zalman Shoval, un ex asesor de Sharon que se candidatea a un asiento en la Knesset (Parlamento) por el Likud, dijo: “Netanyahu quiere definitivamente adherir a una posición más centrista. Pero si nos encontramos con una lista con un número suficiente del tipo de personas que causaron la salida de Sharon, las cosas serán más difíciles”. Olmert y Amir Peretz, el líder laborista, están cortejando asiduamente a Shimon Peres, el premio Nobel de la Paz de 82 años, al que siempre le va mejor en los sondeos que en lasurnas electorales. Los dos piensan que Peres, que le juró apoyo a Sharon después de dejar el laborismo aunque nunca se unió formalmente a Kadima, les haría ganar votos. Ampliamente criticado por manipularlos uno contra el otro, el experimentado funcionario finalmente ayer adhirió al liderazgo de Olmert (ver aparte), sin cerrar del todo sus opciones .
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.Traducción: Laura Carpineta
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