El campus de la Universidad de California en Los Angeles ha sido arrojado en una tempestad por un graduado conservador republicano que está ofreciéndoles dinero a los estudiantes para grabar las clases de profesores que él sospecha de desviaciones izquierdistas y “adoctrinamiento”. Andrew Jones, el joven republicano, ha elaborado una lista de blancos de profesores a los que se refiere como los “30 sucios” y dedicado cada página de su sitio en Internet a denunciar su supuesto mal desempeño profesional. “¿Tenés un profesor que no puede parar de hablar del presidente Bush, de Howard Dean, de la guerra en Irak... o cualquier otro tema ideológico que no tiene nada que ver con el tema de la clase? –pregunta en su manifiesto de reclutamiento–. Si podés ayudar... a reunir información sobre un comportamiento en clase abusivo, tendencioso o fuera de tema, te pagaremos por tu trabajo.”

Los blancos de Jones, por otra parte, lo han acusado de intentar realizar cazas de brujas al estilo de McCarthy en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. También creen que sus ofertas de dinero en efectivo a cambio de apuntes de conferencias y grabaciones de profesores violan tanto las reglas universitarias como la ley de propiedad intelectual. Son jóvenes ayatolas declarando una fatwa contra los infieles”, declaró un enfurecido Andrew Apter del Departamento de Historia de la Universidad. Apter no está en la lista, pero varios de sus amigos y colegas sí. Nadie, sin embargo, ha ofrecido hasta ahora dinero para espiar en clases individuales, algo que está dividiendo profundamente a los conservadores así como a sus detractores. “Como mínimo, estoy muy disgustado con esta táctica”, dijo el ex congresista republicano Jim Rogan. Pero Shawn Steel, otro republicano, dijo que no tenía problemas con ella y calificó las grabaciones como “una gran idea”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.