Sáb 04.02.2006

EL MUNDO

Una nueva ronda en las sanciones de nunca resolverse contra Teherán

Por Luis Prados *
Desde Viena


Los países no alineados, que ocupan 17 de 35 asientos de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica –AIEA–, la agencia de la ONU encargada de evitar la proliferación nuclear, forzaron ayer un nuevo aplazamiento de la votación de una iniciativa europea para llevar a Irán ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Con el trío integrado por Malasia, Sudáfrica y Cuba a la cabeza, los no alineados propusieron una enmienda para descafeinar la resolución redactada por los europeos, que cuenta con el apoyo de EE.UU., Rusia y China. Su propuesta obligó a celebrar nuevas consultas diplomáticas y a celebrar otra sesión, donde quizá se vote en la mañana de hoy.

El Movimiento de los No Alineados quería suavizar el lenguaje del texto europeo e incluso pretendía la eliminación de su punto 2 en el que textualmente se “pide al director general (de la AIEA) que informe al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que la Junta (de Gobernadores) solicita estas medidas de Irán (el fin de toda actividad nuclear relacionada con el enriquecimiento de uranio y la puesta en práctica de medidas de transparencia) y que ponga en conocimiento del Consejo de Seguridad todos los informes del AIEA y las resoluciones que ha aprobado sobre esta cuestión”. Esta pretensión resultaba imposible de satisfacer desde el punto de vista de europeos y norteamericanos, comentaban fuentes diplomáticas, conscientes de que ya habían rebajado el lenguaje de su propuesta el pasado lunes en Londres para alcanzar un mínimo común denominador aceptable para Rusia y China Las potencias occidentales no manifestaron su contrariedad por estas propuestas, según fuentes diplomáticas europeas, ya que el principal objetivo era lograr el máximo consenso,.Venezuela, Cuba y Siria ya anunciaron el jueves que votarían en contra.

Además, como señalan las citadas fuentes, “lo importante para EE.UU. es que el dossier iraní llegue al Consejo de Seguridad de la ONU. Nadie se acordará dentro de unos meses si llegó por consenso o con muchos o pocos votos. Lo importante es que estará allí y se abrirá una nueva dinámica diplomática”. Sacar el caso de si Irán cumple o no con sus obligaciones como país firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear –TNP– del marco técnico de negociación de la AIEA para pasarlo a una instancia superior y mucho más política como es el Consejo de Seguridad, es una de las grandes preocupaciones de los No Alineados. Estos temen no sólo que se pueda repetir un fiasco como el de Irak sino que el camino seguido hoy por Irán –la posibilidad de que se le impongan sanciones– sea el que les toque andar a ellos el día de mañana.

Por su parte, los iraníes formularon ayer en Viena una nueva advertencia a la comunidad internacional. Javad Vaedi, vicedirector del Consejo de Seguridad Nacional de Irán, declaró en rueda de prensa que la aprobación de la resolución “mataría” la propuesta de Rusia consistente en realizar todo el proceso de enriquecimiento de uranio –el que puede llegar a servir para fabricar armas atómicas– en suelo ruso y luego trasladar el combustible sólo útil para fines industriales civiles a Irán. Dicha propuesta es bien vista por varios países y rusos e iraníes tienen previsto celebrar otra reunión sobre la materia el próximo día 16 en Moscú. Vaedi aseguró que su gobierno estaba totalmente dispuesto a seguir negociando la oferta rusa, pero que no habría caso si se aprobaba el texto europeo.

El dirigente iraní reiteró la acusación a EE.UU. y Europa de “matar” también “la vía diplomática” y de estar a punto de “cometer un error histórico”. Añadió que el Parlamento iraní aprobó recientemente una ley que obliga al gobierno a suspender toda cooperación con la AIEA si su programa nuclear es llevado ante el Consejo de Seguridad. De cumplirse la amenaza iraní de suspender toda cooperación con la AIEA se le complicarían bastante las cosas a Mohamed el Baradei, director general del organismo atómico de la ONU, quien debe presentar un informe detallado sobre las actividades e instalaciones nucleares de Irán en una nueva sesión de la Junta de Gobernadores prevista para el próximo 6 de marzo. Si los inspectores –cientos de ellos han visitado Irán en los últimos tres años– no tienen acceso, difícilmente podrá la comunidad internacional verificar si Teherán está desarrollando o no un programa de armas atómicas.


* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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