Saddam Hussein fue interrogado por primera vez durante su juicio ayer en Bagdad y utilizó su tiempo para acusar al actual gobierno iraquí, apoyado por Estados Unidos, de dirigir los escuadrones de la muerte. Se le informó a Saddam que él y los funcionarios de su régimen serían acusados de genocidio y de abuso a los derechos humanos por la matanza de miles de kurdos durante la campaña militar “Anfal” en la década de 1980. Replicó que era la administración que lo acusaba la que “mata a miles en la calle y los tortura”. Saddam, vestido con un traje negro y camisa blanca, apareció relajado mientras discutía repetidamente con el presidente de los jueces, Raouf Abdel Rahman, y el fiscal Jaafar al Moussawi sobre la legitimidad del jurado. Saddam y siete ex miembros de su régimen son acusados de acciones tomadas contra chiítas lanzadas después de un intento de asesinato contra Saddam en la ciudad de Dujail, el 8 de julio de 1982. La retribución subsecuente llevó al asesinato de 140 chiítas y cientos de encarcelados y torturados.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.