El gobierno palestino recibe presiones de todas partes. Incluso de sus hermano árabes. La Liga Arabe pidió ayer al gobierno islamista de Hamas la adopción de un plan de paz que implique el reconocimiento de Israel, pero el jefe de la oficina política de ese grupo radical se volvió a negar rotundamente. La Liga Arabe ha instado “al gobierno de Hamas a aceptar la iniciativa árabe de paz”, declaró el jefe de la diplomacia palestina, Mahmud Zahar, al término de una reunión en El Cairo con el secretario general de esa organización panárabe, Amr Musa, donde pidió apoyo financiero y político a la Autoridad Palestina (AP) luego de que EE.UU. y la Unión Europea cortaran las ayudas. “Voy a transmitir este mensaje a mi gobierno para examinar esta cuestión”, añadió. Pero la respuesta llegó más rápido de lo pensado. En Teherán, donde participaba en una conferencia internacional de apoyo a los palestinos, el jefe político de Hamas, Jaled Mechaal, afirmó que el movimiento radical no reconocerá a Israel, pese a las presiones internacionales. “El nuevo gobierno en Palestina nunca reconocerá a Israel y no hay otro camino que la resistencia para expulsar al enemigo de nuestras tierras”, subrayó Mechaal. Mientras, simpatizantes de la organización Al Fatah pidieron con protestas violentas en la Franja de Gaza el pago de sus salarios. Cerca de 30 miembros de las Brigadas de Al Aqsa entraron de forma violenta en el edificio de la municipalidad de Jan Yunis y formaron barricadas en las calles, quemando neumáticos, en reclamo del abono de sus sueldos.