Sáb 03.06.2006

EL MUNDO  › ESTUDIANTES RECHAZAN LAS REFORMAS QUE LES OFRECIO BACHELET

Chile sigue con pingüinos enojados

Los estudiantes secundarios dijeron que el paquete oficial no alcanza y el principal problema sigue siendo que el transporte sea gratis. El gobierno dice que es “inviable” por el costo económico. La FUA mandó un delegado para expresar solidaridad.

Los ánimos siguen caldeados en Chile y los “pingüinos”, firmes en su lucha. El paquete de reformas educativas presentado el jueves por la presidenta Michelle Bachelet no complació a los estudiantes secundarios, que ayer rechazaron la propuesta por considerarla insuficiente. El eje de la discordia, una vez más, fue la gratuidad en el transporte. Lo que quedó claro es que el conflicto está lejos de una resolución. Mientras los estudiantes siguen firmes en su reclamo, el gobierno indicó que no cederá porque la medida no es viable económicamente. Por otro lado, los universitarios de nuestro país se sumaron al debate chileno, ya que un representante de la Federación Universitaria Argentina (FUA) viajó a Santiago para expresar el apoyo al movimiento estudiantil.

Los estudiantes secundarios amanecieron ayer con un gran desafío: debatir las propuestas formuladas el jueves por Bachelet, que tuvieron por objetivo sortear el primer gran obstáculo al que se enfrenta su gobierno, de apenas 80 días de vida. La reunión de los estudiantes se desarrolló a puertas cerradas en el Instituto Superior de Comercio número 2, donde, según medios chilenos, distintos sectores estudiantiles habrían divergido sobre si aceptar o no las medidas. Pero el presidente del centro de alumnos del Instituto Nacional, Germán Westhoff, desmintió la existencia de divisiones al interior del movimiento. “Estamos muy unidos”, afirmó.

Para las autoridades chilenas, sin embargo, no hay nada que aceptar o rechazar. El gobierno endureció su posición ayer, al asegurar que las medidas propuestas “son las medidas que se van a adoptar” y que “no había nada más que negociar”. Bachelet afirmó que la propuesta formulada “es el máximo esfuerzo que el gobierno puede hacer”, mientras el ministro de Educación, Martín Zilic, recordó que “hemos escuchado a los jóvenes, hemos escuchado sus inquietudes, hemos dado una respuesta y la presidenta ha sido clara en entregar la respuesta ayer (por el jueves)”. En este sentido, una supuesta reunión pautada entre estudiantes y Zilic para el mediodía de ayer fue suspendida, lo que provocó el enojo de los estudiantes. María Jesús Sanhueza, una de las voceras del grupo, expresó su molestia y dijo que los estudiantes se sienten “como marionetas”.

El tema del transporte gratuito siguió siendo el punto de discordia central. Si bien Bachelet dijo en su discurso que no había dinero para implementar semejante medida, los estudiantes siguen en la misma postura. “No estamos dispuestos a bajar el tema de la tarifa. Es un tema superimportante. Seguimos teniendo compañeros que no pueden asistir al colegio por un tema de recursos”, sostuvo Sanhueza. Otro de los temas en discusión es la reforma de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE). Bachelet anunció que en julio enviaría al Congreso un proyecto de reforma de dicha ley y la derecha se mostró ayer –sorpresivamente– de acuerdo con esa propuesta. Sin embargo, la condición impuesta para modificarla es no afectar la libertad de enseñanza, que es lo que critican los estudiantes. “Las reformas que quiere introducir Bachelet no van a terminar reformando nada”, afirmó William Vallejos, dirigente del Liceo Aplicación, en diálogo telefónico con Página/12. “El discurso de Bachelet tuvo un doble objetivo: calmar los ánimos de los estudiantes y no meterse en el terreno de la derecha”, criticó el estudiante.

Los “pingüinos” demostraron no estar solos en su lucha, al contar toda esta semana con apoyo de universitarios y profesores chilenos. Ayer además sembraron un nuevo apoyo, ya que recibieron a uno de los secretarios de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Marcelo Maceira, que viajó a Santiago desde Buenos Aires para entregar la solidaridad de 300.000 estudiantes del país vecino. “Nosotros queremos sinceramente aprender de ellos y, a largo plazo, poder transmitir la experiencia después a Argentina”, afirmó Maceira. El apoyo a las reivindicaciones de los secundarios se debe a que “se asemejan a la matriz ideológica del movimiento estudiantil argentino”, indicó por su parte Marcos Duarte, vicepresidente de la FUA, en conversación telefónica con este diario. Queda por ver ahora si los estudiantes cumplen con su amenaza del miércoles: un paro social el próximo lunes. Consultado por esa posibilidad a la salida de la reunión con los estudiantes, Zilic contestó que “a él no le habían dicho nada”.

Informe: Virginia Scardamaglia.

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