Sáb 10.06.2006

EL MUNDO  › FORMARON UN FRENTE CON LOS DOCENTES PARA IMPULSAR LA REFORMA

Los “pingüinos” levantaron el paro

Después de mantener paralizada la educación secundaria en Chile durante semanas, los estudiantes volvieron a las aulas, pero la discusión sigue.

Los estudiantes chilenos pronunciaron ayer tres palabras mágicas: “volvemos a clase”. Luego de dos semanas de toma de escuelas y movilizaciones en todo el país en reclamo de una amplia reforma educativa, la frase largamente añorada por el gobierno de Michelle Bachelet se hizo realidad. Los “pingüinos”, llamados así por su uniforme azul y blanco, depusieron los paros tras convenir con el Colegio de Profesores y las federaciones universitarias la formación de un frente común en el Consejo Asesor Presidencial para la Educación nombrado el miércoles pasado por Bachelet. Esa comisión comenzaría a sesionar el próximo martes y tendrá un plazo de tres meses para entregar un informe respecto a sugerencias para mejorar la calidad de la educación. “Las posibilidades que se abren con la conformación de este frente unido son muy auspiciosas”, dijo Jorge Pávez, director del Colegio de Profesores.

“El llamado a la deposición de las tomas ya está hecho por la Asamblea Nacional”, explicó ayer el vocero estudiantil Juan Carlos Herrera, tras una reunión de los “pingüinos” con universitarios y profesores. Después del anuncio, la vuelta a clases comenzó en varios colegios. Sin embargo, muchos establecimientos retomarán sus actividades recién el martes, ya que el lunes es feriado nacional por la conmemoración de la fiesta religiosa del Corpus Christi. El anuncio de la vuelta a clases resultó una sorpresa para varios. Sobre todo para el gobierno, que no pudo ocultar su alivio. “Es una gran alegría”, indicó el ministro de Educación, Martín Zilic, el funcionario más cuestionado por el manejo del conflicto. Pero no todo será color de rosa. Los estudiantes secundarios afirmaron que el cese de toma de colegios “no significa el fin del debate”, sino que éste continuará sobre los cambios de fondo que están pendientes.

El bloque constituido por estudiantes secundarios, universitarios y profesores genera una fuerza social que no había sido capaz de estructurarse hasta ahora. Por eso, lejos de sentirse derrotados, los secundarios se consideran ampliamente victoriosos. “Entramos en otro punto de la movilización, el de construir un proyecto de educación para Chile”, dijo el vocero Juan Carlos Herrera. “Sentimos que hemos ganado”. Por su parte, Pávez, el director del Colegio de Profesores, indicó que “el movimiento estudiantil ha tenido una gran madurez política al integrarse al Consejo”. La unión surge de la necesidad de enfrentar los cambios de fondo de la educación chilena con una posición común. “La idea es enfrentar la intransigencia de un gobierno que no escucha la voz mayoritaria de la ciudadanía”, explicó Pávez en diálogo telefónico con Página/12.

Pero este frente social también mira hacia el futuro, ya que la idea es potenciar un bloque que vaya más allá de lo educativo. “Se busca plantear la necesidad de un proyecto de país distinto al que está vigente en este momento”, sentenció el educador.

La historia de la lucha estudiantil ha sido larga. Si bien los “pingüinos” llevaban cerca de un mes movilizándose, las acciones tomaron mayor relevancia el 19 de mayo, cuando dos establecimientos emblemáticos, el Instituto Nacional y el Liceo de Aplicación, amanecieron tomados por sus estudiantes. En pocos días, una verdadera ola de tomas y paros puso en movimiento a los estudiantes secundarios del país. Pero el momento de mayor radicalización se produjo con la convocatoria al primer paro nacional el 30 de mayo pasado, al cual se sumaron casi el 50 por ciento de los colegios del país. La jornada estuvo marcada por la violencia: hubo más de 800 detenidos y decenas de heridos.

El conflicto siguió. Luego de tensos tiras y aflojes con el gobierno, los estudiantes lanzaron un ultimátum: si no se cumplían sus demandas antes del viernes 2 de junio, lanzarían un “paro social a nivel nacional”. El gobierno redobló entonces la apuesta. Bachelet en persona les contestó a los estudiantes a través de un mensaje radial y televisivo. Anunció un paquete de medidas de reforma educativa. Los estudiantes no se conformaron, y lanzaron el paro el pasado lunes. Las cosas mejoraron con la designación del consejo asesor, que integró a los estudiantes secundarios –aunque en menor proporción a la que ellos reclamaban–. De ahí a la conformación del frente anunciado ayer sólo hubo un paso. Bachelet espera ahora las sugerencias del Consejo.

Informe: Virginia Scardamaglia.

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