La ofensiva empezó esta madrugada e involucró a cinco mil tropas y dos batallones de tanques y camiones blindados. La milicia palestina respondió amenazando con matar a un colono judío. El primer ministro israelí dijo que no se trata de una venganza.
El ejército israelí inició esta madrugada una ofensiva terrestre en el sur de Gaza, para intentar recuperar a uno de sus soldados que fue secuestrado el domingo en un ataque palestino. “El ingreso de nuestras fuerzas comenzó en el sur de la Franja de Gaza”, indicó un portavoz militar. Esta madrugada tanques y camiones blindados, precedidos de bulldozers y máquinas desmontadoras, se dirigían al interior de Gaza. La operación incluye dos regimientos de infantería y dos batallones de blindados, aproximadamente cinco mil hombres, indicó la radio militar. Al cierre de esta edición, tropas terrestres patrullan zonas aledañas a la localidad palestina de Rafah, en lo que expertos israelíes describieron como el inicio de una “operación limitada” con un objetivo puntual. La reacción de las milicias palestinas no se hizo esperar. Los Comités Populares de la Resistencia amenazaron con matar a un colono judío, también secuestrado el domingo, si Israel no suspende la operación militar.
Poco antes, la aviación israelí lanzó cuatro ataques aéreos contra infraestructuras estratégicas en Gaza, que destruyeron la principal estación eléctrica de ese territorio y puentes. Según testigos, fueron misiles los que se estrellaron contra la estación situada en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, lo que provocó un incendio y un apagón generalizado en la ciudad. Fuentes de la seguridad palestina y funcionarios de defensa civil informaron que la estación destruida distribuía electricidad proveniente de Israel al 70 por ciento de la Franja de Gaza. La aviación israelí llevó a cabo tres ataques previos contra puentes en el centro del territorio.
Según la televisión y la radio pública israelí, el objetivo de los ataques aéreos fue aislar a un sector del resto de la Franja de Gaza y evitar la circulación por carretera, para evitar que el soldado secuestrado sea trasladado fuera del territorio.
Tras la captura el domingo del soldado recluta, Gilad Shalit, de 19 años, durante un ataque palestino contra un puesto militar, el ejército israelí había desplegado una importante cantidad de tropas en la frontera con Gaza, a la espera de la orden de empezar la ofensiva.
“Israel está dispuesto a una ofensiva de larga duración contra las organizaciones terroristas. No cederemos ante los terroristas y ninguno estará al abrigo”, dijo ayer el primer ministro israelí, Ehud Olmert, poco antes de la ofensiva. “No se trata de castigar a la población civil palestina, sino de devolver a nuestro soldado a casa”, agregó Olmert, ante el Parlamento israelí (Knesset).
El ministro de Defensa, Amir Peretz, visitó a las tropas acantonadas sobre la frontera poco antes de la ofensiva. “Los terroristas deben comprender que su acción no quedará impune”, dijo el ministro a los periodistas después de concluir su inspección. “La cólera de los israelíes no debe dictar las decisiones militares”, aclaró.
Según afirmó un responsable del servicio de inteligencia militar ante la Comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa del parlamento, Israel sabe dónde está secuestrado el soldado. Esta fuente precisó que esa operación fue preparada minuciosamente por los palestinos durante dos meses.
El soldado fue secuestrado el domingo durante un ataque llevado a cabo por tres grupos armados palestinos contra un puesto militar israelí, en el límite de la Franja de Gaza. Dos soldados israelíes y dos militantes palestinos murieron en ese ataque.
A pesar del pedido de calma de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, el ministro de Infraestructuras israelí, Ben Eliezer, afirmó el martes que Israel tenía la capacidad para secuestrar a “la mitad del gobierno palestino” si quisiera.
El Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Javier Solana, también instó al gobierno israelí a privilegiar una solución política, en lugar de la militar, para obtener la liberación de su soldado secuestrado.
Del otro lado de la frontera, los Comités Populares de la Resistencia palestina amenazaron con matar a un colono judío supuestamente en su poder y secuestrado en Cisjordania, si Israel no cesa inmediatamente la operación militar que ha lanzado esta madrugada contra la franja de Gaza.
“Se nos está acabando la paciencia”, dijo un vocero de los comités en un comunicado. El vocero señaló que matarán al joven Eliahu Asheri, de 18 años, que estaba desaparecido desde el pasado domingo, si el Ejército israelí no se retira de Gaza.
Un portavoz de los Comités anunció el lunes y reiteró ayer, martes, que el grupo había secuestrado a un colono israelí en Cisjordania. Asheri vive en el asentamiento judío de Itamar, próximo a Naplusa. Fue visto por última vez el pasado domingo, según denunciaron sus padres.
Desde el anuncio de la milicia palestina, las fuerzas de seguridad israelíes creen que el “colono judío” secuestrado al que se refiere el comunicado puede ser Asheri, aunque no hay ningún dato que lo confirme.
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