La agrupación política Hamas, a cargo del gobierno palestino, aceptó anoche un ultimátum del presidente palestino, Mahmud Abbas, y se comprometió por primera vez a apoyar un plan de paz que incluya el reconocimiento del Estado de Israel. El acuerdo allana el camino para la formación de un nuevo gobierno de coalición palestino y reafirma la posición de Abbas como socio potencial de Israel en las negociaciones de paz.

Ante la amenaza de Abbas de lanzar en julio un referéndum sobre un acuerdo que contemple la coexistencia de los dos estados, Hamas aceptó firmar un documento basado en uno elaborado por los prisioneros de Fatah y Hamas, que concibe un acuerdo “final” al conflicto con Israel. El plan de los prisioneros está basado en las fronteras que existían antes de la ocupación de Cisjordania y Gaza en 1967. El acuerdo fue iniciado por los negociadores ayer y presentado a Abbas y al primer ministro de Hamas, Ismail Haniyed. Contempla un nuevo gobierno de “unidad nacional” incluyendo a Fatah, la facción que lidera Abbas –que desde hace mucho pide una solución de dos estados–.

Abbas espera que el trato empiece a llenar las condiciones requeridas por la comunidad internacional para levantar su bloqueo económico que se impuso sobre los territorios palestinos desde que Hamas asumió el gobierno, porque hasta ahora esa agrupación se negaba a renunciar a la violencia y a reconocer al Estado de Israel. El acuerdo de ayer fue suscripto por todas las facciones palestinas, con la excepción de la Jihad Islámica, y llega en un momento de alta tensión en Medio Oriente. El líder de una de las facciones pequeñas que firmó ayer, Qais Samarrai, del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, dijo que esto era “más importante” que la decisión de la OLP en 1988 de reconocer Israel.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.