Todo está listo para una nueva marcha del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador (foto) en México. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) espera alcanzar un nuevo record de asistencia en el acto de hoy, duplicando el millón de personas que marcharon hace 15 días para protestar contra los resultados del escrutinio de las elecciones presidenciales celebradas el 2 de julio pasado. “Va a ser una movilización multitudinaria, histórica literalmente, porque no se ha hecho en toda la historia del país una manifestación de esa naturaleza”, aseguró Jesús Ortega, coordinador de campaña de López Obrador. Después de conocerse los resultados de las elecciones, el candidato izquierdista convocó a sus seguidores a un movimiento de resistencia pacífica para protestar contra el Instituto Federal Electoral (IFE), que otorgó una ventaja del 0,58 por ciento al candidato oficialista del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, en lo que calificó de “fraude electoral”. Como parte de este movimiento de resistencia, López Obrador ha realizado dos concentraciones multitudinarias en el Zócalo (plaza central) de la capital, denominadas “asambleas informativas”, en las que anunció las medidas de resistencia y la demanda de un recuento “voto por voto”. Por su parte, Calderón insistió ayer en ser el ganador de las elecciones y calificó de “chantaje” la movilización. “México afronta el dilema de elegir si tomará sus decisiones por la vía de la presión, la movilización y el chantaje o por la legalidad de las instituciones y de los organismos creados”, dijo Calderón. Asimismo, el candidato del PAN habló ayer ante unos 400 alcaldes de su partido, a quienes exhortó a que “en el ámbito de su influencia personal y sin olvidar su responsabilidad pública, ni un milímetro de la legalidad, promuevan en sus municipios una apuesta por la paz, la legalidad y la vida institucional”. Además de las marchas, el PRD sigue buscando impugnar las elecciones por la vía institucional. Ayer representantes de López Obrador participaron de una audiencia del tribunal electoral para exponer sus argumentos en favor de realizar un nuevo conteo de los más de 40 millones de sufragios emitidos. La decisión final de este proceso electoral se encuentra en manos del Tribunal Federal Electoral (Trife), que tiene hasta el 31 de agosto para resolver las impugnaciones y hasta el 6 de septiembre para proclamar al presidente electo.