El debate que desató el anuncio entre los expertos. ¿Plan terrorista u operación de inteligencia? Ezeiza se reforzó por las dudas.
› Por Raúl Kollmann
La gigantesca operación terrorista hecha pública ayer por el gobierno británico plantea una serie de interrogantes y dilemas. Página/12 dialogó con expertos en antiterrorismo, en explosivos, un ex jefe de Contrainteligencia de la SIDE y dos especialistas en seguridad aérea. Quedaron planteadas varias polémicas.
“Yo no puedo afirmar que todo lo de ayer fue una maniobra de acción psicológica, pero tampoco lo puedo descartar –le dijo a Página/12 un ex jefe de Contrainteligencia de la SIDE en tiempos de la presidencia de Fernando de la Rúa–. Hemos visto informaciones más que dudosas y mentiras muy concretas, como la de las armas de destrucción masiva en Irak. Entre las informaciones dudosas se cuentan los supuestos ataques a las torres en Chicago, a los túneles de Nueva York. Nunca presentaron una prueba de todo eso. De manera que no puedo pronunciarme hoy por hoy. Cuando se conozcan más detalles, más informaciones, nombres, historias, estructura del plan, tendremos los elementos de juicio para afirmar si esto fue real.”
Pero para el comandante retirado de la Gendarmería Osvaldo Laborda, especialista en explosivos y en seguridad, “lo de ayer no puede ser una mentira. Hay miles de personas involucradas en la investigación. No existe el secreto entre muchos, porque siempre hay alguien que termina revelando la verdad y aportando las pruebas para demostrarlo. Además, están las familias de los 24 detenidos y los amigos de esos 24 detenidos. Ninguno de ellos se quedaría callado si se tratara de una gran mentira.”
El ex jefe de la SIDE contraataca: “¿Las familias de los detenidos? La capacidad de reacción es muy poca. De inmediato los marginan y silencian. En Europa, Estados Unidos ha secuestrado personas, las llevó en forma ilegal a prisiones secretas y las torturaron. Si los gobiernos europeos no pudieron hacer algo, mucho menos las familias”.
Laborda afirma que seguramente no había otra opción. “Tienen 24 detenidos, pero no saben si ése es el total de la organización o si quedaron cabos sueltos. Por lo tanto, tienen que generar un alerta máximo que congele a esos miembros que no lograron detectar. Si efectivamente los residuos de ese grupo terminan apoderándose de uno o dos aviones y matan a 500 o mil personas, las consecuencias sobre el gobierno inglés e incluso norteamericano serían muy fuertes.”
“El momento de las capturas y la decisión de difundir o no las cosas son materia de análisis de los hombres de Inteligencia y los que están a cargo de la investigación”, sostiene un experto en antiterrorismo, que actualmente trabaja para el Estado argentino. “Pero, atención, es cierto que la difusión puede servir en el terreno político para las actuales ofensivas que se están haciendo en Medio Oriente, de manera que la política también juega un papel importante en la decisión de hacer público todo e incluso agrandarlo.”
“Por ahora no hay información precisa –analiza un perito en explosivos que también trabaja para el Estado argentino–, pero desde ya que la hipótesis del uso de explosivos líquidos se viene manejando desde hace rato. En el ataque del 7 de julio de 2005 en Londres, en los subtes y un autobús, algunos de los explosivos utilizados fueron líquidos y en 1994, en un avión de Aerolíneas Filipinas, un fanático islámico hizo estallar un artefacto de ese estilo: murió un pasajero japonés y hubo diez heridos, esdecir que el aparato no fue destruido. De manera que, técnicamente, lo difundido hasta ahora puede ser posible.”
“Hemos tenido muy pocos atentados del estilo de éste –sostiene Laborda–, es decir hacer explotar un avión en el aire. Por olfato y experiencia creo que el plan que se estaba por llevar a cabo consistía en usar los aviones como se hizo el 11 de septiembre. Entrar a Estados Unidos con aeronaves provenientes de un país amigo, Gran Bretaña, recién en ese momento tomar los aviones utilizando explosiones leves para entrar a las cabinas que ahora se cierran desde adentro y luego tirar los aviones contra objetivos. Semejante operación, tal vez preparada para el próximo 11 de septiembre, hubiera sido de enorme impacto mundial y de fuerte influencia en el mundo islámico.”
Uno de los funcionarios que trabaja y mejor conoce el aeropuerto le reveló a Página/12 que ayer fue un día de tensión en las cuatro empresas norteamericanas –American, United, Continental y Delta– e incluso con personas de la Embajada de Estados Unidos. “Hubo un conato de conflicto porque querían hacerse cargo del total de la seguridad sobre sus aviones, incluso con sus propios equipos y hombres. El interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Marcelo Saín, se negó rotundamente y las cosas se hicieron como siempre: la revisión del equipaje de mano y la seguridad del avión en la pista estuvo a cargo de la PSA, mientras que las valijas eran escaneadas por las empresas que lo hacen en forma habitual y que están habilitadas por la PSA. La única modificación es que no se permitió subir a las aeronaves con ningún líquido, ya que ésa fue una condición fijada desde Estados Unidos para permitir el ingreso de cualquier avión a territorio norteamericano.” Para el experto en terrorismo que trabaja para el Estado, “la posibilidad de que haya un atentado en la Argentina ha bajado mucho, dado que no hay involucramiento en Irak y se mantiene una posición equidistante en el conflicto Israel y Líbano. De todas maneras, los blancos norteamericanos e israelíes en la Argentina, así como los aviones de aerolíneas del país del Norte, son puntos calientes en los que se ha reforzado mucho la custodia en las últimas tres semanas y ahora más todavía”.
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