El presidente Jacques Chirac, que había mandado sólo 400 tropas de paz a Beirut, decidió cuadruplicar ese número y recibió el aval de Naciones Unidas. Incluso tuvo el beneplácito de Italia, que había mostrado interés en comandar esa fuerza y enviará entre 2000 y 3000 hombres.
› Por John Lichfield y Anne Penketh *
Desde París
Francia infundió nueva vida a la fuerza de paz internacional en Líbano, al ofrecer 1600 tropas extra a las Naciones Unidas anoche. Después de varios días de titubeos y confusión, el presidente Jacques Chirac anunció en televisión que Francia jugará, después de todo, un gran papel en la fuerza que ayudará al ejército libanés a controlar una zona tapón entre Israel y el grupo chiíta Hezbolá. La intervención del mandatario francés llegó en la víspera de un encuentro de los ministros de Exteriores de los 25 países de la Unión Europea (UE), a la cual asistirá el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Chirac dijo que había recibido nuevas garantías de la ONU sobre la cadena de mando y las reglas de enfrentamiento. Los gobiernos del Líbano e Israel también le aseguraron que se permitirá a la fuerza operar en condiciones de seguridad razonables. Como consecuencia, en un mensaje televisado desde el Palacio del Elíseo, dijo que estaba preparado para transformar el contingente de 400 franceses ya existente bajo comando de la ONU en uno de 2000 hombres. Chirac afirmó que Francia también estaba lista para liderar la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul) ampliada, si es que se lo pedían. El presidente francés indicó que esperaba que la decisión llevará a una mejora en la oferta de tropas de otros países de la UE y de Asia, para “repartir la carga equitativamente”.
Mientras la resolución de cese el fuego –propuesta por los franceses– estaba bajo negociación en la ONU, París parecía lista para tener un rol dominante en la fuerza de paz. Para la consternación de la comunidad internacional y sus socios europeos, Francia sólo ofreció doblar el contingente de 200 hombres que ya tiene en Finul. En ese momento, Italia se ofreció a comandar la tropa y era el líder más fuerte hasta el anuncio de Chirac de ayer. El cambio de parecer de Francia se dio después de las presiones de Kofi Annan, el secretario general de la ONU, del gobierno norteamericano y de la prensa y la opinión pública francesa.
Las presiones también vinieron de Israel. Chirac dio su discurso después de que Tzipi Livni, la ministra de Exteriores israelí, fuera citada advirtiendo a su homólogo francés de que, a menos que París aumentara sustancialmente la contribución de sus tropas, la resolución de la ONU no podría ser respetada. Después de mantener negociaciones en París, Livni viajó ayer a Roma para presionar a los italianos, advirtiendo que la situación en el sur del Líbano es “explosiva”.
A pesar de que podría verse desplazado por Francia en el liderazgo de la tropa internacional, Italia expresó su satisfacción por la decisión de Francia. “Juntos trabajaremos en el Líbano en el interés de la paz. Ahora Italia no está sola en el campo: lo que habrá en el Líbano será un despliegue de fuerzas europeas”, dijo el primer ministro Romano Prodi. “De la cumbre de Bruselas de hoy espero que el secretario de la ONU anuncie los detalles de las operaciones y también sobre el comando”, agregó el premier, quien no quiso precisar nada para evitar anticipar lo que Kofi Annan dirá al término de la cumbre. Pero subrayó que el resultado de las conversaciones fue un acuerdo “de satisfacciones comunes”, una frase que podría significar la posibilidad de un comando conjunto ítalo-francés. En tanto, Annan dio su apoyo a Francia. “El general francés Alain Pellegrini dirige la Finul y lo continuará haciendo, con el firme apoyo del secretario general Kofi Annan”, indicó ayer el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.
La comunidad internacional también expresó su beneplácito por el aporte francés. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, fue uno de los primeros en aplaudir el anuncio de Chirac. “El presidente saluda la decisión de los franceses”, señaló Dana Perino, una portavoz de la Casa Blanca. Por su parte, Israel calificó la decisión como un “desarrollo positivo”. “Francia jugó un papel importante (en la ONU) para la idea deuna fuerza internacional y el anuncio de una fuerte participación francesa contribuirá a reforzarla”, dijo Avi Pazner, uno de los voceros israelíes.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.
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