Los funcionarios venezolanos anunciaron que China aceptó invertir 5 mil millones de dólares en proyectos energéticos en el país, según publicó ayer el diario Los Angeles Times. Este trato puso de manifiesto la forma de hacer negocios de la nación asiática en América latina: asegurar fuentes naturales importantes con promesas para solventar enormes proyectos de obras públicas.

El ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, dijo por la televisión estatal que los fondos de China se invertirán en nuevos campos petroleros hasta 2012. El anuncio fue hecho en Malasia, donde el presidente venezolano Hugo Chávez, realiza una visita después de su viaje de seis días a China, su cuarto viaje al gigante asiático desde que está en funciones.

Durante su estadía, Chávez dijo que triplicaría sus ventas de petróleo a China a 500 mil barriles por día para 2009. A su vez China acordó construir 13 pozos petroleros y 18 barcos petroleros para Venezuela. Como parte del trato, Beijing acordó ayudar a Caracas a construir una línea de ferrocarril de nueve mil millones de dólares, 20 mil casas y una red de fibra óptica. El año pasado, China comenzó a trabajar en un satélite para comunicaciones para Venezuela, que debiera estar en órbita en 2008.

Los proyectos venezolanos son sólo unos dentro de una larga lista de iniciativas chinas en la región. China firmó tratados de energía con por lo menos siete países en el hemisferio occidental, desde pozos petroleros en Canadá a las reservas de gas natural en Argentina.

China dijo que invertiría ocho mil millones de dólares en ferrocarriles en Argentina, además de comprar acciones en la empresa petrolera y de gas Pluspetrol de ese país. La semana pasada, Chile promulgó un TLC con el gigante asiático, el primero que Beijing firma con un país no asiático.