Una cosa es que Luiz Inácio “Lula” da Silva pase casi con seguridad a la segunda vuelta en los comicios presidenciales de octubre en Brasil. Pero otra muy distinta es que José Serra, el candidato del gobierno, del mercado y de Estados Unidos, ni siquiera llegue a esa instancia. Eso es lo que había sugerido anteayer una encuesta de Vox Populi, y eso es lo que volvió a sugerir, ayer, otra encuesta, la de Datafolha: tanto Lula como Serra descienden uno o dos puntos en su intención de voto, pero Lula confirma una abultada ventaja sobre el candidato oficialista. Y al descender del 21 al 20 por ciento, Serra se está chocando con un tercer candidato que está subiendo de manera espectacular, como el ex ministro de Economía, Ciro Gomes. Con un perfil no del todo agradable para el establishment, Gomes pasó de un 11 a un 18 por ciento, con lo que está técnicamente empatado con Serra.
“Faltando tanto tiempo para las elecciones, no creo que estas encuestas sean confiables”, dijo el propio Gomes. “Pero vamos a continuar nuestro trabajo y a ganar las elecciones como Brasil ganó la Copa”, agregó al diario O Globo de Río de Janeiro. Algunos encuestadores estiman que el crecimiento de Gomes está muy vinculado con la agudización de la crisis económica. Otros dicen que Gomes todavía va a ser más favorecido en las encuestas futuras por un incremento de sus apariciones por televisión en los espacios reservados a los partidos políticos, que comenzaron recién la semana pasada. Según el estudio de Datafolha, Gomes goza de una mayor preferencia entre las mujeres, al igual que entre los potenciales electores con edades comprendidas entre los 35 y 44 años, y también dentro de la franja de población que tiene mayores ingresos.
Gomes tiene apenas 44 años y a los 32, viniendo del sindicalismo, ya era gobernador del estado norteño de Ceará. En 1994, el entonces presidente Itamar Franco lo puso en el Ministerio de Economía para sacarle las papas del fuego al Plan Real, que sufría un cimbronazo cuando Fernando Henrique Cardoso, el padre del plan, ya estaba lanzado en la campaña que lo llevó a la presidencia. Cuando asumió Cardoso, Gomes prefirió irse a Estados Unidos para graduarse como doctor en Economía en Harvard y escribir informes para la ONU sobre temas económicos y sociales. En 1998 se presentó como candidato de centroizquierda con el Partido Popular Socialista (PPS, el heredero del PC brasileño) y no le fue nada mal, ya que obtuvo el 13 por ciento de los votos. En aquel momento, algunos analistas estimaron que Gomes estaba para bastante más. Y, por ahora, parece demostrarlo.
La alianza que lo lleva como candidato está compuesta por el Partido Laborista Brasileño (PLB) y el Partido Democrático de los Trabajadores (PDT) que supo comandar Leonel Brizola. Sin embargo, en los últimos días, Gomes recibió un apoyo extraño, nada menos que del Partido del Frente Liberal (PFL), el partido derechista que participó hasta hace poco de la coalición oficialista de Cardoso y que se quedó sin candidato ni intenciones de apoyar al delfín del presidente. Para algunos, el hecho de que un partido que ejerce una dominación cuasi feudal sobre el norte del Brasil apoye a alguien que justamente proviene de allí, demostraría que Gomes no es tan sólo un niño “progre” educado en Harvard sino que tiene aristas del caudillismo de un Antonio Carlos Magalhaes.
Lo cierto es que Gomes aparece cada vez más cerca de Serra. El candidato del establishment, que hasta ayer estaba preocupado por ver cómo podría alcanzar a Lula, ahora tendrá que preocuparse sobre cómo, al menos, llegar a discutirle al líder del PT la segunda vuelta presidencial. La encuesta de Datafolha, publicada ayer por el diario Folha de Sao Paulo, muestra a un Lula que desciende del 40 al 38 por ciento respecto de la encuesta de la misma firma del mes pasado, a un Serra que no consigue levantar cabeza y a un Gomes que se le acerca rápidamente. El sondeo de Vox Populi, que se había conocido anteayer, directamente lo muestra a Ciro Gomes delante de Serra por un punto porcentual: 18 contra 17 por ciento. Y Lula, en esa encuesta, conserva el 39 por ciento de las intenciones de voto. El cuartoen discordia, el candidato del Partido Socialista Brasileño, ex gobernador de Río de Janeiro y pastor evangelista, Anthony Garotinho, tiene alrededor del 13 por ciento, según Datafolha.