En Bolivia todos ya han sacado las calculadoras, pero el cabeza a cabeza que se está dando en el escrutinio de las elecciones presidenciales del domingo 30 ya parece tener, ahora sí, ganador: se trata del sorprendente líder cocalero Evo Morales, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS). Faltando tan sólo 12 mesas para escrutar (o sea, unos 2000 votos), provenientes del departamento de Potosí, en los papeles favorables a Morales, el líder cocalero está obteniendo el 20,94 por ciento de los votos, frente al 20,91 de Manfred Reyes Villa, de Nueva Fuerza Republicana (NFR). La diferencia es de apenas 706 votos.
Es casi seguro que el MAS pasará a ser la segunda fuerza parlamentaria del país, que no es poca cosa para elegir al presidente, pues éste debe salir del voto del Congreso a principios de agosto. El MAS tendrá 8 de los 27 senadores y 27 de los 130 diputados, además de contar ya con el apoyo de los cinco diputados del Movimiento Pachacuti, del líder indígena Felipe Quispe, quien anunció que apoyaría a Morales. Pero la sorpresa no termina ahí (Morales figuraba cuarto en las encuestas), sino que el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), que llevaba como candidato a Jaime Paz Zamora, quedó como la tercera fuerza parlamentaria a pesar de quedar cuarto, y lejos, en los porcentajes de votos. Debido a la compleja distribución de diputados uninominales y plurinominales y una asignación de senadores por mayorías y minorías, Paz Zamora sumó 5 senadores y 26 diputados. Por su parte, la NFR de Reyes Villa obtiene dos bancas en el Senado y 25 en la Cámara de Diputados. Con todo esto deberá negociar Gonzalo Sánchez de Lozada, ganador de la elección con menos del dos por ciento de ventaja respecto del tercero, Reyes Villa, con su Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
La lógica indicaría que Sánchez de Lozada irá a buscar el apoyo de Paz Zamora. Al fin y al cabo, ellos son los representantes del sistema político que se sostuvo sobre la Acción Democrática Nacionalista (ADN), el partido del dictador demócrata Hugo Banzer, recientemente fallecido. Reyes Villa ya ha dicho que no quiere darle los votos a Sánchez de Lozada porque él representa a una nueva política donde “no hay más contubernio”, pero los perfiles ideológicos habilitarían a que así ocurra. Se supone, aunque en Bolivia nada se puede dar por seguro a juzgar por su historia política reciente, que el MAS de Morales representa una postura antinorteamericana e izquierdista que no podría entrar en ninguna de estas negociaciones. Sin embargo, para terminar de complicar el panorama, Paz Zamora dice estar enfrentado a muerte con Sánchez de Lozada. De todas maneras, el candidato del MNR es quien aparece con más probabilidades de ser presidente. El asunto será qué tipo de gobierno quedará conformado según el complejo sistema de alianzas que deberá formar. Felipe Quispe, al frente a su vez de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos (Csutcb), anunció que liderará un corte de rutas a nivel nacional en caso de que sea electo Sánchez de Lozada.
El presidente boliviano Jorge Quiroga aplaudió ayer los resultados electorales logrados por Morales y Quispe como líderes indígenas, en el marco del seminario internacional “El Estado y los derechos de los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe”. Quiroga estimó que “Bolivia debe incorporar y dar oportunidades a las comunidades indígenas del país, no por ser dadivosos o por justicia, sino por necesidad de darles educación, salud y acceso al mercado”.