EL MUNDO
› HABLA EL ALCALDE DE BOGOTA, ANTANAS MOCKUS
“Esto es seguridad defensiva”
Por Pilar Lozano *
Desde Bogotá
Un chaleco antibalas con un recorte en forma de corazón a la altura del pecho es el símbolo del rechazo del alcalde de Bogotá, el independiente Antanas Mockus (49 años), a la amenaza generalizada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que tienen en jaque a los funcionarios municipales. “Renuncian o los declaramos objetivo militar”, es la sentencia enviada a más de 200 alcaldes y cientos de concejales. Incómodo con el chaleco antibalas, Mockus recibió a este diario. “Esto es seguridad pasiva, no defensiva –explica el filósofo y matemático de origen lituano-. El chantaje cada vez a mayor escala no es aceptable.”
–¿Hasta dónde llega el poder desestabilizador de estas amenazas?
–Espero que disminuya el asesinato de alcaldes, ahora que hay más visibilidad mundial del problema. El costo para la guerrilla, por la
muerte de un alcalde o de un concejal, sería mayor. No sé cuánto les importa. Los zapatistas no hacen muchas cosas porque saben que sus admiradores internacionales los están observando. Aquí estamos ante un caso extremo de anulación de todos los ideales con los métodos que utilizan. Declarar a una persona objetivo militar es una de las expresiones más crudas del autoritarismo.
–¿Qué explica esta actitud de las FARC?
–Es un reto a la sociedad. Hay algo de represalia, porque en las últimas elecciones se votó en contra tanto de la guerrilla como de los paramilitares. El ánimo pacifista de los colombianos quedó plenamente ratificado. La actitud de las FARC es una blasfemia por el contenido autodestructivo que conlleva. En su momento apoyaron la elección popular de alcaldes; ahora tratan de destruir lo poco que han ayudado a construir en la democracia.
–Algunos creen que la salida es decretar la conmoción interior.
–No se justifica meter al país en una lógica de estado de conmoción permanente. La enfermedad que tenemos requiere de herramientas de otro estilo, aunque la curación sea un poco más lenta. Me encantaría que en un año se resolviera el conflicto, pero no hay muchas personas que crean que en un año de régimen de emergencia se logren cambios sustanciales.
–¿Cómo ve la propuesta de Alvaro Uribe de organizar un millón de informantes para colaborar con la fuerza pública?
–Hay dos antecedentes. Las Convivir, que permitían a la gente armarse y disponer de sistemas de comunicaciones, y que son muy difíciles de controlar. El otro esquema es el de los frentes de seguridad locales impulsados en Bogotá, pacifista y claro; se colabora con la policía sin involucrar al ciudadano en situaciones de riesgo.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.