La defensa antiterrorista puede haber trascendido un nuevo umbral. La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer un proyecto de ley para que los pilotos de aviones comerciales puedan llevar armas consigo en los vuelos, como un último intento para protegerse en la cabina de mando. La iniciativa, una medida que busca aumentar la seguridad de las aerolíneas casi un año después de los atentados con aviones secuestrados del 11 de setiembre, recibió 310 votos a favor y 113 en contra. Fue aprobada luego que los legisladores retiraran una cifra límite en el número de pilotos que portarían las armas y una restricción de limitar el programa a dos años.
El proyecto aprobado da la opción a todos los pilotos de aerolíneas comerciales para que porten o no armas, de forma voluntaria, e intenta que el programa sea permanente. La iniciativa tuvo un fuerte apoyo bipartidario en la Cámara baja, dominada por el Partido Republicano, pero enfrenta fuerte oposición en el Senado y por parte del gobierno del presidente George W. Bush, así como del Departamento de Transporte. Propuestas similares han tenido poco o ningún respaldo. El futuro de la medida es incierto en el Senado, controlado por el opositor Partido Demócrata y donde algunos legisladores no están de acuerdo con que los pilotos puedan portar armas.
A pesar de las inciertas perspectivas para que la medida se convierta en ley, líderes de la Cámara de Representantes citaron un abrumador apoyo de los pilotos comerciales al derecho de portar armas y colocaron el proyecto en la vía rápida tras negociar un delicado acuerdo con los legisladores demócratas.