EL MUNDO › EE.UU. VOTA PARA RENOVAR LA CAMARA DE REPRESENTANTES Y UN TERCIO DEL SENADO
Las elecciones legislativas son un plebiscito para el impopular Bush, que ayer remató la campaña de su alicaído partido. Los demócratas son los favoritos, pero la ventaja se achicó en las últimas horas. Los analistas prevén que los demócratas le quitarán el control de la Cámara baja a los republicanos.
› Por Andrew Buncombe *
Desde Washington
Después de una de las campañas más peleadas de los últimos años, Estados Unidos celebrará hoy las elecciones legislativas, donde las últimas encuestas sugieren que los demócratas podrían ganar el control de la Cámara de Representantes y eventualmente el Senado. Sin embargo, según tres sondeos difundidos en las últimas horas de ayer, las distancias se acortan –de 11 a 4 puntos arriba para los demócratas–, dado que una parte de la base republicana que pensaba quedarse en casa está votando hoy.
En público, los republicanos siguen sosteniendo que ellos retendrán el control de ambas Cámaras en el Congreso. Pero en privado el partido parece prepararse para la derrota –casi seguro en la Cámara de Representantes, donde la congresista Nancy Pelosi se convertiría en la primera mujer presidenta de la Cámara en la historia, y posiblemente en la segunda Cámara también–, aunque ahora las encuestas muestran que la batalla es más peleada. “Es el peor escenario político para los candidatos republicanos desde Watergate”, le dijo al New York Times Glen Bolger, un encuestador republicano que trabajó en muchas de las elecciones más peleadas. En el empujón final, el hombre que está en el centro de las elecciones pero sin presentarse, Bush, remató ayer diez días de campaña. El presidente, que vota hoy en Crawford –Texas–, ha recorrido tradicionalmente estados republicanos para despertar a las bases. Ayer estuvo en Florida, Arkansas y Texas.
Los estrategas de ambos partidos creen que el resultado dependerá en gran parte de lo efectivo que sea cada uno para conseguir votantes. Los hechos, como el escándalo de Mark Foley y la más reciente renuncia de Ted Haggard, presidente de la Asociación Nacional de Evangelistas, después de una acusación de que había contratados los servicios de un taxi boy, probablemente disuadan a algunos conservadores de votar. Pero los republicanos son reconocidos por tener las operaciones de bases más efectivas y el asesor político de Bush, Karl Rove, siempre insistió en la necesidad de conseguir la “base”. En las batallas claves de elecciones, como la carrera por el Senado en Missouri, Montana y Virginia, el número de votantes es un factor crucial. No queda claro si el veredicto de culpable de Saddam Hussein en Bagdad puede provocar un impacto de último momento. Un último sondeo del Pew Center dice que “hay un número creciente de votantes que se definen a favor de los congresistas republicanos”. Los 11 puntos de ventaja demócrata se convirtieron en cuatro.
Para ganar la Cámara de Representantes, los demócratas tienen que ganar por lo menos 15 bancas. El analista político Charlie Cook dijo que creía que en la batalla por la Cámara, la única pregunta no resuelta era cuán grande sería la victoria demócrata. “Es muy difícil imaginar cómo terminará la mayoría de la Cámara”, le dijo a el website Political Wire. “Después de un cierto punto, uno no está contando, ni siquiera estimando, se sacan los números del aire. No le veo sentido a eso. Digamos que son 20-35 bancas ganadas por los demócratas, pero la posibilidad de que eso aumente es muy real.”
En el Senado, donde los demócratas necesitan ganar seis bancas, el resultado es mucho menos predecible. Mientras que el partido parece confiado en ganar tres bancas, las encuestas en varios otros estados se han ajustado en los últimos días –especialmente en Montana, donde una visita del presidente Bush parece haber hecho crecer las cifras del republicano Conrad Burns que antes estaba atrás–. Ahora está empatado con su rival demócrata. Lo mismo sucede en Rhode Island, donde el republicano moderado Lincoln Chaffee parece haber recuperado algo en los últimos momentos. Una encuesta hecha para el grupo de periódicos McClatchy y MS-NBC le da ahora una ventaja de 46-45, en realidad, un empate estadístico dado el margen de error, sobre el demócrata Sheldon Whitehouse.
A pesar de esto, los demócratas importantes estaban hablando ayer sobre sus posibilidades de ganar ambas Cámaras del Congreso. El senador demócrata, Charles Schumer, presidente de la campaña demócrata por el Senado, dijo en el programa “Conozca a la Prensa” de NBC: “Creo que en los estados demócratas en particular, el viento está detrás nuestro. No sacaría el champagne todavía, pero nos sentimos muy bien, algo que no hubiéramos dicho hace tres meses”. Una señal de la preocupación de los republicanos ha sido la decisión de utilizar al presidente Bush para hacer campaña en áreas consideradas baluartes del partido.
En estas elecciones hay mucho en juego. Si los demócratas toman el control de alguna de las Cámaras, podrían no sólo introducir su propia serie de planes legislativos, sino también lanzar investigaciones en el Congreso, desde la guerra contra Irak hasta la respuesta federal al huracán Katrina. Probablemente harían todo lo que pudieran para hostigar a Bush durante los dos últimos años de su presidencia.
Aparte de la batalla por el Congreso, en todo el país hay más de 200 iniciativas para someter a votación, que van desde la inmigración ilegal a la legislación del cannabis. Unos de los votos más significativos tendrá lugar en Dakota del Sur, donde los electores deben decidir si mantienen o rechazan una ley que prohíbe los abortos en todos los casos, excepto para salvar la vida de la mujer embarazada.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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