La Corte Suprema de Justicia colombiana ordenó el arresto de tres parlamentarios, simpatizantes del presidente Alvaro Uribe, por su vinculación con asesinatos, extorsión y tráfico de drogas. Los acusados son los senadores Alvaro García y Jairo Merlano, y el diputado Erick Morris, todos parlamentarios de la provincia de Sucre. Merlano es del Partido de la U (uribista) y los otros dos son de Colombia Democrática, formación encabezada por el primo del presidente Mario Uribe. Se los acusa de estar vinculados con los paramilitares de extrema derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Mientras la policía buscaba ayer a estos tres prófugos, en Bogotá se supo que el Supremo también investiga a otros tres miembros del Congreso por el mismo delito.

Aunque la Justicia colombiana ha recibido en los últimos años muchas denuncias sobre las relaciones entre los paramilitares y algunos parlamentarios, nunca había hallado pruebas para el procesamiento de los políticos. Hasta ahora. El escándalo que se ha producido sólo es comparable en magnitud al de las detenciones ordenadas en los noventa en el llamado “Proceso 8000”, que vinculó a decenas de políticos con el narcotráfico y en el que el propio presidente Ernesto Samper (1994-1998) fue acusado de recibir financiación narco para su campaña presidencial.

A García se la acusa de “promover, organizar y financiar” la llamada masacre de Macapeyo (el asesinato de 20 campesinos en 2000). También se le acusa de haber desviado 7,5 millones de dólares de fondos públicos hacia las arcas de las AUC. Morris es un viejo aliado de García. A él se le acusa por la formación de grupos paramilitares y de amañar las elecciones para ganar la gobernación de Sucre en 1997. A Morris también se lo vincula con el asesinato de una profesora que por entonces aseguró tener datos que probaban el fraude electoral. A García directamente se lo acusa de ser el autor de ese crimen. Al senador Merlano, el tribunal lo acusa simplemente de ser “miembro de un grupo paramilitar”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.