Vie 08.12.2006

EL MUNDO

Entró en coma un testigo clave del asesinato del espía Litvinenko

Dimitri Kovtun, un agente ruso, se reunió con el colega envenenado con polonio 210. Habrían intentado matar también a Kovtun, quien fue interrogado recientemente.

› Por W. Oppenheimer/R. Fernández *

Desde Londres/Moscú

El empresario ruso Dimitri Kovtun, un testigo clave en el asesinato de Alexander Litvinenko, con quien se entrevistó el día en que el espía ruso fue envenenado en Londres con la sustancia radiactiva polonio 210, entró ayer en coma. La información facilitada por la agencia Interfax no fue confirmada por la fiscalía rusa, que horas antes había abierto una investigación penal por el asesinato e intento de asesinato de Litvinenko y Kovtun.

Los investigadores rusos llegaron a la conclusión de que intentaron matar a Kovtun, empresario que junto con Andrei Lugovoi se encontró con Litvinenko el pasado 1º de noviembre. Kovtun fue interrogado el martes y el miércoles de esta semana por los servicios de seguridad rusos, junto con los agentes de Scotland Yard, que viajaron a Moscú para investigar el asesinato de Litvinenko, quien había obtenido la nacionalidad británica, aunque conservaba la rusa. Según el diario Moskovski Komsomólets, conocido por sus excelentes contactos con los servicios secretos rusos, tanto Kovtun como Lugovoi, que se encuentran hospitalizados, tienen afectado el aparato digestivo, lo que querría decir que también trataron de envenenarlos. Con este diagnóstico médico, Kovtun y Lugovoi –ambos ex agentes de los servicios secretos rusos y egresados de una misma escuela militar de elite– pasan de ser sospechosos a ser víctimas. Esto supone que no pueden ser acusados por el Reino Unido de haber envenenado a Litvinenko.

Será bastante difícil comprobar la veracidad del diagnóstico, ya que no se prevé que Moscú permita que hagan un reconocimiento médico independiente a sus dos ciudadanos.

El culebrón del polonio 210 parece no tener fin. Las autoridades sanitarias británicas anunciaron ayer que varios trabajadores del hotel Millenium han dado positivo en los análisis que se les han realizado para determinar si están contaminados con el isótopo radiactivo. Litvinenko, que fue enterrado ayer, se reunió con Kovtun y Lugovoi en el Pine Bar del hotel Millenium el día en que fue envenenado. La española Cristina López, que trabajó varios días en un despacho en el que estuvo el ex agente ruso cuando ya estaba contaminado, está libre de polonio 210. La Agencia para la Protección de la Salud renovó su llamamiento para que cualquier persona que haya visitado el 1º de noviembre el Pine Bar contacte cuanto antes con las autoridades sanitarias para poder establecer si están contaminados.

El cuerpo de Litvinenko fue enterrado en el cementerio de Highgate, al norte de Londres, el mismo en el que descansan los restos de Carlos Marx. Su ataúd está especialmente sellado para evitar que pueda emitir radiaciones. Antes del entierro se celebró un funeral en la mezquita de Regents Park. Litvinenko se había convertido al islamismo hacía poco. Al funeral, de carácter privado, asistieron unas cincuenta personas entre familiares y amigos. Estaban, entre otros, su viuda Marina, su hijo Anatoli, el magnate Berezovski y el líder checheno Ahmed Zakaev.

Además, el ex primer ministro ruso Yegor Gaidar publicó ayer un artículo en el diario Vedomosti, reproducido por el británico Financial Times, en el que asegura que no tiene ninguna duda de que fue envenenado durante una reciente estancia en Irlanda y acusa de ello a “algunos obvios u ocultos enemigos de las autoridades rusas, aquellos que están interesados en un deterioro adicional y radical de las relaciones entre Rusia y Occidente”. Gaidar se puso enfermo el 25 de noviembre, dos días después de la muerte de Litvinenko.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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