Un enfrentamiento armado entre las facciones Al Fatah y Hamas en Gaza violó el pacto de no agresión. Dos personas murieron. El presidente Abbas no se opone a una nueva ronda de diálogo.
› Por Donald Macintyre *
Desde Gaza
Una difícil tregua entre Hamas y Al Fatah parecía mantenerse especialmente anoche en Gaza, a pesar de que en las primeras horas de ayer fue violada por un enfrentamiento armado en el que murieron dos hombres y muchos resultaron heridos. Pero no era nada seguro que los esfuerzos por llegar a un acuerdo político más profundo den resultados, algo que la mayoría de los políticos locales considera que es necesario para lograr un cese del fuego. Ambos lados retiraron a la mayoría de sus hombres armados de las calles principales en el centro de la ciudad, aunque una fuerte guardia armada –con algunos de sus miembros enmascarados– permanecía alrededor de la residencia del presidente palestino, Mahmud Abbas. Si bien éste había llamado a elecciones anticipadas, ayer no descartó seguir conversando para formar un gobierno de unidad.
Hubo un cruce de fuego que duró una hora, 75 minutos después de que el cese del fuego se hiciera efectivo el martes a la noche y que los miembros de una fuerza ejecutiva paramilitar de Hamas fueran a la ciudad de Gaza oriental para detener a un miembro de Al Fatah acusado de dispararle a un líder del ala militar de Hamas. Dos miembros de 25 años del numeroso clan Dogmush murieron en el cruce de fuego. Más tarde, durante el funeral de los dos activistas fallecidos, por lo menos cuatro automóviles fueron incendiados en el barrio mientras se disparaban ráfagas al aire. Hubo pedidos de venganza, cuando los deudos vieron a hombres armados de Hamas en un edificio del gobierno cerca de ahí. En un incidente aparte, a la 1.30 de la madrugada, seis hombres de la policía antidisturbios fueron heridos por hombres desconocidos armados.
Saleh Zidane, el líder del Frente Democrático para la Liberación de Palestina de Gaza, que ayudó a establecer el cese de fuego, dijo que las oportunidades de su éxito eran “50-50” y agregó que era necesario un amplio “gobierno de unidad” que involucrara a la mayoría de las facciones palestinas para consolidarlo. Hamas y Al Fatah están envueltos en una feroz puja de poder desde que el primero ganó las elecciones de enero pasado. Al partido Al Fatah pertenece el presidente palestino, Mahmud Abbas, pero Hamas controla el gabinete y el Parlamento, lo que le asegura el control de las funciones de gobierno.
Durante la mañana de ayer la calma volvió gradualmente a las calles de Gaza y no se supo de ningún nuevo incidente. Por la tarde, Abbas pidió al pueblo palestino que muestre “responsabilidad y calma” para que la paz vuelva a la Franja de Gaza. “Estoy seguro de que todos quieren ver establecidos la seguridad y el respeto de la ley para que así podamos lograr nuestros objetivos de liberación e independencia”, señaló en una rueda de prensa en la localidad cisjordana de Ramalá.
Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, manifestó su deseo de que cese la violencia: “No estamos contentos al ver la violencia entre Al Fatah y Hamas. Lo estaríamos más si hubiera un alto el fuego”, afirmó Olmert en Jerusalén.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.
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