Jue 18.07.2002

EL MUNDO  › ESPAÑA USO FUERZAS ESPECIALES PARA RECONQUISTAR LA ISLA

Y todo esto para un simple Perejil

Buzos tácticos, comandos especiales lanzados desde helicópteros y un gran despliegue de poder naval fueron usados ayer por España para reconquistar un islote con seis marroquíes desarmados. Marruecos lo consideró como una “declaración de guerra”.

Por Giles Tremlett *
Desde Madrid

La confrontación entre España y Marruecos sobre el islote de Perejil, en la costa norte de Africa, entró ayer en una fase nueva y peligrosa cuando tropas de asalto de elite de España retomaron la roca yerma, capturando a seis soldados marroquíes que inmediatamente fueron devueltos a su país. El ataque fue llevado a cabo a la madrugada por fuerzas especiales, que entraron en la pequeña isla sin disparar un solo tiro. El ministro de Defensa español Federico Trillo dijo que su gobierno había aceptado, antes de ordenar la operación, que ambos lados pudieran sufrir bajas. El gobierno marroquí reaccionó airadamente ante la “injustificada agresión” y exigió el retiro inmediato de las tropas españolas. El canciller marroquí Mohammed Benaisa describió el ataque como un “acto de guerra”.
Tres helicópteros Cougar cruzaron el estrecho de Gibraltar entre el continente español y la costa africana al amanecer y depositaron 28 soldados del comando de operaciones especiales de España en el punto más alto del islote, donde la policía fronteriza marroquí había izado la bandera de su país el jueves pasado. De ahí bajaron las rocosas laderas del islote y, usando megáfonos, persuadieron a los seis soldados marroquíes que habían reemplazado a la policía fronteriza a entregar sus armas. Dos helicópteros artillados sobrevolaban en círculos. Los desarmados marroquíes fueron llevados en lanchas al enclave español de Ceuta, desde donde, con aspecto abatido, fueron enviados a través de la frontera a Marruecos ayer a la mañana. Las tropas de asalto abandonaron Perejil una pocas horas después y fueron reemplazadas por miembros de la unidad de operaciones especiales de la Legión Española. Trillo dijo que iban a permanecer ahí, a 180 metros de la costa de Marruecos, hasta que “la situación de la isla de Perejil vuelva a ser la que era antes del 11 de julio”. España recibió el apoyo de la Unión Europea –aunque Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, se desmarcó de la ocupación militar de Perejil–. La Liga Arabe, por su parte, dio su respaldo a Marruecos.
En las colinas al lado de Bel Younech, un pueblito costero marroquí cerca de Perejil, dos banderas españolas rojas y amarillas habían sido desplegadas. Era la primera vez que se veía una bandera española en la isla desde que fue usada por última vez como un puesto de observación militar a comienzos de la década del 60. Trillo, visiblemente satisfecho con la primera victoria militar española en varias décadas, describió el ataque sorpresa al islote como “limpio” y dijo que los soldados españoles tenían orden de disparar solamente en defensa propia. Dijo que la operación había sido un acto de legítima defensa. “España había sido atacada por la fuerza en un punto sensible de su geografía”, dijo.
La canciller Ana Palacio dijo en una sesión de emergencia del Parlamento español que el ataque no era un intento “de imponer una solución por la fuerza” sino de restaurar la deshabitada isla a su statu quo anterior. “España no tiene interés en mantener una presencia militar permanente”, dijo. Pero Marruecos, que la semana pasada fingió sorpresa ante la indignación española por su decisión de ocupar el islote, exigió a los españoles que lo abandonen inmediatamente. “El Reino de Marruecos protesta con fuerza contra esta injustificada agresión en el momento en que Marruecos y España estaban tratando de resolver esta crisis por medios diplomáticos –dijo una declaración oficial–. El gobierno marroquí insta la inmediata e incondicional retirada de las fuerzas españolas. La isla es parte integral del territorio marroquí.”
En la capital provincial del norte de Tetouan, cerca de 40 kilómetros del islote que los marroquíes llaman Leila, unas 200 personas se manifestaron frente al consulado español. “Fuera de Leila, fuera de Ceuta, fuera de Melilla”, gritaban, refiriéndose a los otros enclaves de España en el norte de Africa más al este, cerca de la frontera con Argelia. Funcionarios de la OTAN dijeron ayer que la alianza estaba satisfecha que “el statu quo anterior hubiese sido restaurado” y que no hubiera habido heridos. Marruecos dijo que llevaría su protesta ante las Naciones Unidas.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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