EL MUNDO › LE DIO UN MES PARA RETIRAR SUS TROPAS Y RECHAZO UNA SUPUESTA MEDIACION SAUDI
En un mensaje radial, el representante de la red terrorista dijo que EE.UU. buscó un acercamiento a través de la familia real saudí, pero que no habrá paz en Irak mientras permanezcan allí los soldados norteamericanos. El nuevo secretario de Defensa de Bush, de regreso de Bagdad, reconoció que la situación está muy complicada.
Al Qaida le dio a Estados Unidos un mes de plazo para que retire sus tropas de Irak y exigió una respuesta en dos semanas. Según la cadena Al Jazeera, la propuesta fue hecha por Abu Omar al Bagdadi, emir del autoproclamado “Estado Islámico de Irak”, controlado por la rama iraquí de Al Qaida. En una grabación de audio difundida en Internet, Al Bagdadi pidió a Washington que aproveche esta oportunidad para retirarse en condiciones de seguridad. Además, el ejército estadounidense anunció la muerte de cinco soldados en el país, lo que eleva a 2959 las bajas sufridas desde la invasión de 2003.
En la grabación, cuya autenticidad todavía no pudo ser confirmada, Al Bagdadi aseguró que Estados Unidos trató de negociar con Al Qaida por medio de la familia reinante en Arabia Saudita, pero que la organización rechazó tales negociaciones. “El gigante (Estados Unidos) ha comenzado a caer y busca negociar con distintas partes, principalmente por medio de sus agentes”, señaló Al Bagdadi. “Nos ha trasmitido a través de la familia saudita, los dictadores de la península (arábiga), su deseo de negociar, pretendiendo haberse sentado ya con todas las partes salvo con nosotros. Nosotros le decimos: no negociamos con quienes han hecho derramar la sangre de nuestros hijos”, agregó.
La grabación apareció el mismo día en el que el recién nombrado secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, concluyó una visita de tres días a Irak, en la que se reunió con militares iraquíes y estadounidenses para tratar la grave situación en ese país. Gates, que tuvo un encuentro el jueves con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y con sus ministros de Defensa e Interior, dijo que quedó impresionado con la sofisticada comprensión de los políticos iraquíes sobre los problemas que enfrenta el país y con sus ganas de asumir la responsabilidad y el control de la situación.
Con el ruido de fondo de disparos de armas de fuego y el rugido de los aviones estadounidenses en el cuartel militar de Camp Victory, Gates afirmó que la situación en el país árabe es difícil, e insistió en que el gobierno iraquí debe actuar de forma eficaz para frenar la violencia sectaria, con independencia de cuál sea la futura estrategia de Estados Unidos en Irak. “Esta es una situación muy difícil. Pero basado en lo que he escuchado y visto de los comandantes estadounidenses y los iraquíes, creo que las cosas están avanzando en la dirección correcta”, afirmó Gates. También afirmó que un considerable número de soldados y oficiales norteamericanos apoyan la idea del presidente George W. Bush de enviar tropas adicionales al país árabe.
Antes de volver a Washington, el secretario de Defensa anunció que Estados Unidos e Irak lograron un amplio acuerdo estratégico sobre cómo restaurar la seguridad en Bagdad, y que generales de ambos países trabajarán en los detalles del plan. Sin embargo iraquíes y estadounidenses no están de acuerdo en todo. Las diferencias son visibles en torno de los intentos de la administración de Maliki de atraerse al movimiento del clérigo radical antinorteamericano Moqtada Sadr, al que Estados Unidos intenta dejar al margen del poder.
Los funcionarios estadounidenses dejaron claro que están a favor de renovar el gobierno de unidad iraquí, excluyendo a Sadr y su milicia chiíta, dado el contexto de violencia sectaria. El Pentágono culpó explícitamente a la milicia de Sadr, el Ejército del Mehdi, de gran parte de la violencia. Además, se sabe que parte de las fuerzas de seguridad iraquíes están infiltradas por las milicias chiítas, que utilizan los uniformes y las armas de la policía para continuar con sus batallas políticas y atentar contra la minoría sunnita.
Los problemas en Irak le impedirían a Bush tener unas fiestas tranquilas. La Casa Blanca informó que el mandatario alternará su descanso navideño en la residencia de Camp David y en su rancho de Crawford con reuniones de alto nivel para tomar decisiones sobre el cambio de estrategia en el país árabe. En las últimas semanas, Bush dedicó gran parte de su tiempo a la recopilación de informes y a reuniones con expertos, militares, personalidades iraquíes y distintos departamentos del gobierno para decidir una nueva estrategia.
La primera de las reuniones en período navideño se producirá hoy cuando el presidente se encuentre con su nuevo secretario de Defensa. Dana Perino, una de las portavoces de la Casa Blanca, explicó que Gates informará a Bush sobre su reciente viaje a Irak y que en la reunión estará presente la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley.
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