Las tropas norteamericanas abrieron fuego en una carretera en la provincia de Nangarhar (este) y mataron a 16 civiles afganos. El tiroteo al que denominaron “emboscada compleja” sucedió luego de un atentado suicida contra una patrulla militar de EE.UU. Según el comunicado de las fuerzas de la coalición, los civiles murieron en el atentado suicida, pero testigos locales señalaron que los marines dispararon indiscriminadamente.

Tras el suceso, cientos de afganos se dirigieron al lugar, encolerizados, y bloquearon la carretera, donde había siete u ocho vehículos de civiles con impactos de bala. “Muerte a Estados Unidos”, “Muerte al presidente (afgano, Hamid) Karzai”, gritaban. “Estaban disparando a cualquier parte, e incluso balearon 14 o 15 autos que pasaban por la carretera”, dijo Tur Gul, de 38 años, que fue testigo del incidente mientras cargaba gasolina y fue herido en la mano derecha. “Les disparaban a todo el mundo, a los que estaban dentro o fuera de los vehículos.” El adolescente Mohammad Ishaq, al que alcanzaron dos balas en su brazo y su oreja, dijo en el hospital local que “estacionamos nuestro auto, pero cuando nos pasaron, nos tiraron”. “Era un convoy con tres vehículos norteamericanos. Uno iba en el primer auto, gritando que paremos al costado del camino y paramos. El primer vehículo no nos disparó, pero el segundo sí”, dijo Ahmed Najib, de 23 años.

Según la versión estadounidense, el ataque contra la patrulla fue perpetrado con un coche bomba que estalló a su paso en una carretera que va desde la ciudad de Jalalabad hasta la frontera con Pakistán y fue reivindicado por los talibanes. A continuación, la patrulla “fue blanco de disparos de arma automática procedentes de varias direcciones” a los que “los soldados respondieron”, señaló la coalición en un comunicado. Esa nota precisó que los 16 civiles murieron “en el ataque inicial” contra el convoy. De todas formas, se investigarán los hechos.

Sin embargo, el Ministerio afgano del Interior afirmó en una nota que diez civiles murieron por los disparos de respuesta de militares estadounidenses en una carretera a 45 kilómetros al este de Jalalabad. En contradicción con la nota oficial, un portavoz de la coalición declaró que no está claro, “por el momento, cuántos civiles murieron en el atentado suicida y cuántos por los disparos de la coalición o de los rebeldes”.

Numerosos civiles murieron en incidentes semejantes en los últimos meses, sobre todo en el sur de Afganistán, donde los talibanes han multiplicado sus ataques y atentados suicidas, algo que tienen intención de intensificar la próxima primavera, según han declarado.