La policía rusa reprimió a los que manifestaban en San Petersburgo contra el presidente Vladimir Putin, lo que podía interpretarse como una calculada demostración de fuerza. Además, detuvo a unas 150 personas, entre ellas Eduard Limonov, jefe del Partido Nacional-bolchevique, al día siguiente de que detuviera temporariamente al ex campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov. Limonov también fue liberado. En el momento en que unos 2000, 3000 manifestantes estaban concentrados en la plaza de los Pioneros de San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, los policías antidisturbios comenzaron a golpearlos con bastones. Uno de los organizadores de la protesta, Maxime Reznik, contó: “Al final de la marcha, invitamos a la gente a desconcentrarse tranquilamente hacia el metro, pero los policías se abalanzaron sobre ellos y comenzaron a golpearlos”. Otra fue la versión policial. Según un responsable de la policía local, citado por Interfax, los manifestantes quisieron organizar una marcha que estaba prohibida. El sábado, Garry Kasparov, dirigente del movimiento opositor La Otra Rusia –en coalición con Limonov– había sido detenido en Moscú y puesto en libertad por la noche. Su partido pide que Putin se haga a un costado y deje paso a una figura política más progresista en las próximas elecciones legislativas y presidenciales –a realizarse dentro de ocho meses y un año, respectivamente–.