Castro ha dado en las últimas semanas muestras de una mayor actividad y desde el 29 de marzo ha publicado tres largos editoriales en el diario Granma. Con independencia de la modalidad del regreso, la influencia de Fidel seguirá siendo grande.
› Por Mauricio Vicent *
Desde La Habana
En Cuba ya nadie lo duda: Fidel Castro reaparecerá pronto, en un acto público, con su uniforme verdeoliva de comandante. Casi nueve meses después de ser intervenido quirúrgicamente y de delegar todos sus cargos, todo está listo para su regreso; la única pregunta es cuándo. Pero la vuelta del líder comunista, que en agosto cumplirá 81 años, no significa que vaya a reasumir sus responsabilidades de antes. A juicio de analistas y de funcionarios, Castro será a partir de ahora sobre todo un referente y un guía en la sombra, pero no ejercerá el día a día del poder.
Fidel no es visto en público desde que fue operado de urgencia y cedió el poder –el pasado 31 de julio– a un equipo encabezado por su hermano Raúl, el jefe del Ejército. La última foto publicada es de hace un mes, y en ella el mandatario aparece de pie, delgado y vestido con ropa deportiva junto al Premio Nobel Gabriel García Márquez. Castro ha dado en las últimas semanas muestras de una mayor actividad, y desde el 29 de marzo ha publicado tres largos artículos en el diario oficial Granma bajo la denominación de “Reflexiones del Comandante en Jefe”. En los dos primeros advertía sobre los peligros de la producción de combustibles a partir de alimentos, criticaba la política energética del presidente de EE.UU., George W. Bush, y hacía valoraciones de la situación internacional. En el último, aparecido el miércoles, responsabilizaba a Bush de estar detrás de la reciente decisión de una jueza federal norteamericana de otorgar la libertad condicional al terrorista cubano Luis Posada Carriles (ver recuadro), a quien La Habana acusa de la voladura de un avión cubano en 1976. Como en los viejos tiempos, para protestar contra el hecho Fidel Castro convocó desde su tribuna en Granma a una gran marcha este 1° de mayo en la Plaza de la Revolución, fecha en que, según muchos cubanos, podría reaparecer.
“Fidel está casi totalmente recuperado, dedicado a estudiar”, y “a estas alturas ha retomado buena parte de las funciones de gobierno”’, dijo el viernes el presidente venezolano, Hugo Chávez. Dando por seguro su próximo regreso, funcionarios cubanos admiten en privado que es improbable que el mandatario vuelva a retomar el mando y sus actividades como antes. “Lo veo más como consultor y orientador de las grandes decisiones, en su papel de analista de la situación internacional, como hemos visto en Granma, pero sin presencia diaria en la política”, opina alguien cercano al gobierno.
Con independencia de la modalidad del regreso, la influencia de Fidel será grande mientras viva. “Desde su proceso de recuperación es capaz de movilizar al mundo con reflexiones de tanta trascendencia como las que ha hecho recientemente”, decía la semana pasada el vicepresidente Carlos Lage. Y si moviliza afuera, no digamos dentro. Desde hace días, su última “reflexión” es apoyada con “mítines relámpago” en todo el país. Analistas y diplomáticos consideran que Fidel influirá desde la sombra, pero creen que el día a día del poder lo seguirá llevando Raúl como hasta ahora.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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