La cumbre árabe-israelí será en Egipto el próximo lunes. Egipto, al igual que Jordania, dio su apoyo al presidente Abbas en plena crisis entre palestinos.
› Por Donald Macintyre *
Desde Jerusalén
Mahmud Abbas, el presidente palestino, está pidiendo que en la cumbre programada para el lunes con Ehud Olmert, el primer ministro israelí, se discuta el proceso que conduce a las conversaciones del “status final” sobre el futuro Estado palestino, dijeron los funcionarios palestinos ayer. Los dos líderes se reunirán en Sharm el Sheikh en una cumbre árabe-israelí diseñada a impulsar la estrategia occidental de apuntalar a Abbas en Cisjordania y aislar a Hamas en Gaza.
Se dice que Abbas insiste en que la cumbre, en la que el anfitrión será el presidente de Egipto Hosni Mubarak, será inútil si no establece un proceso que apunte a la resolución final de temas claves en el conflicto entre Israel y Palestina. Saeb Erekat, el jefe negociador palestino, dijo: “Necesitamos que comience el fin a la ocupación y un Estado palestino. Si no tenemos esperanzas, Hamas le transmitirá desesperación al pueblo”. Se espera que Olmert comience a liberar alrededor de 400 millones de dólares de ingresos que se le deben a la Autoridad Palestina, pero que se retuvieron desde que Hamas entró en funciones después de ser electo en enero de 2005, aunque el dinero no está destinado a los funcionarios trabajando para la administración Hamas en Gaza, que Abbas considera que ha destituido. Egipto y Jordania, que será representada en la cumbre por el rey Abdulá, ya anunciaron su apoyo a la nueva administración, que –gracias a un decreto emitido por Abbas que pasa por encima de la ley básica palestina– no necesitará ratificaciones mensuales del Parlamento palestino dominado por Hamas.
Los funcionarios israelíes indicaron que Olmert también pedirá el levantamiento de algunas restricciones de los movimientos del pueblo palestino y de mercaderías. Al mismo tiempo sugerirá que está preparado para ir aún más lejos si Abbas y la nueva administración logran tomar enérgicas medidas contra los activistas Hamas en Cisjordania. Los palestinos sostienen que el desmantelamiento de los puestos de control y los cierres son una prioridad inmediata si se ha de revertir el 40 por ciento de la caída del PBI de Palestina desde 1999.
La implicación es que Israel puede estar preparado para refrenar los ataques en busca de militantes en Cisjordania y retirar sus tropas si Abbas y las fuerzas dominadas por Fatah –quizás aumentadas por la relación de Fatah con los militantes de la Brigada de los Mártires de Al Aqsa– están preparados para mantener lo que Israel consideraría suficiente alto nivel de seguridad. Una decisión del Ejecutivo de la Organización por la Liberación de Palestina –que no incluye a Hamas y en la que Fatah es el único grupo grande– ayer apoyó la formación de un gobierno de emergencia y pidió la disolución de todas las milicias. Mientras esto se aplica en teoría a las brigadas de Al Aqsa, podría allanar el camino para la incorporación de servicios de seguridad asalariados.
Que Mubarak sea el anfitrión en la cumbre del lunes pone de manifiesto el apoyo de Egipto al nuevo gabinete palestino en Ramalá, y un funcionario del gobernante Partido Nacional Demócrata en El Cairo, Ali Eldin Helal, declaró: “Egipto no tiene interés en permitir la presencia de un Estado religioso en sus fronteras y hará todo lo posible para ponerle fin a tal presencia”. Ghazi Hamad, un vocero de Ismail Haniyeh, quien se negó a aceptar su destitución como primer ministro, negó en Gaza esta semana que Hamas tuviera esa intención.
La nueva autoridad en Ramalá ya congeló los fondos de algunos funcionarios ministeriales en Gaza y dijo que los nuevos pasaportes palestinos emitidos en Gaza no tienen validez. Mustafa Barghouti, el ex ministro de información que se negó a aceptar un puesto en el nuevo gobierno, criticó ayer la base constitucional del nuevo gobierno y añadió: “Creo en la unidad, en la democracia y en el imperio de la ley. La única salida ahora es llevar a cabo una elección pronto”. En Gaza, esta semana, Mahmud Zahar, una figura líder y conservadora en Hamas, advirtió que Hamas tomaría represalias si las fuerzas conducidas por Fatah continuaban atacando las oficinas de Hamas y las instituciones de bienestar social en Cisjordania.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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