El gobierno venezolano ya controla el paquete accionario de la mayoría de las empresas petroleras que operan en la Faja del Orinoco, la mayor cuenca petrolífera del país. Siete de las once compañías extranjeras instaladas allí llegaron a un acuerdo con la estatal Pdvsa para crear empresas mixtas. Con la firma de los acuerdos, suscriptos en la sede de Pdvsa, el Estado venezolano tendrá la mayoría accionaria de estas compañías al aumentar su participación de 39 a 78 por ciento en promedio.

La nacionalización del sector petrolero había sido uno de los objetivos que había impuesto el presidente Hugo Chávez, después de asumir su segundo mandato a principios de año. La firma de los contratos ayer fue el cierre a una iniciativa presidencial que comenzó con un decreto de febrero pasado y la ocupación militar de todos los pozos de la cuenca en mayo. A diferencia de otros sectores estratégicos, como la electricidad o la comunicación, la nacionalización de este campo no sería total, sino que se permitiría a las empresas privadas mantener una participación minoritaria en los emprendimientos. En un acto con las empresas que firmaron los nuevos contratos, el ministro de Energía y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, recordó que los acuerdos marcan la recuperación de la soberanía y la propiedad de operaciones estratégicas en el último espacio que quedaba en manos mayoritarias del sector privado.

Las empresas que llegaron a un acuerdo con el gobierno venezolano fueron la francesa Total, la noruega Statoil, la estadounidense Chevron-Texaco y la británica BP que aceptaron estos términos ayer al convertir sus asociaciones estratégicas a empresas mixtas. La italiana ENI, la china Sinpec e Inelectra, en cambio, sólo aceptaron asociarse con el Estado venezolano, aunque no resignaron los actuales convenios de explotación a riesgo y ganancias compartidas. Otras transnacionales directamente se negaron a participar del nuevo esquema mixto. Las estadounidenses Exxon Mobil, Conoco Phillips, PetroCanada y la chino-venezolana Sinovensa no llegaron a un acuerdo y deberán dejar la Faja del Orinoco. Chávez les había advertido a principio de año a las petroleras que se podrían discutir los términos del cambio, pero no el cambio en sí mismo.

El ministro Ramírez se refirió tangencialmente a esas empresas y también advirtió a las que seguirán operando en la cuenca venezolana. “Estamos decididos a hacer cumplir sus leyes, nuestra Constitución, y nos tendrán siempre con una mano dispuesta al diálogo, al arreglo de cualquier diferencia, pero con la firmeza de defender ante cualquier interés el interés de nuestro pueblo”, sentenció el ministro en un acto con las empresas que firmaron ayer el acuerdo.

La nueva distribución de las acciones de las futuras empresas mixtas deberá ser aprobada en las próximas semanas por la Asamblea Nacional. Esto no será un obstáculo para el gobierno, que mantiene un Legislativo ciento por ciento oficialista, después de que la oposición se negó a presentarse en las elecciones del año pasado. Además, tanto la Asamblea como la Justicia ya avalaron las nacionalizaciones anteriores.