El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció ayer que recogerá los cuerpos de los once ex diputados provinciales que murieron el mes pasado al quedar, según las FARC, en medio de una ofensiva militar contra uno de sus campamentos. “El CICR recibió una solicitud de las FARC y el aval del gobierno para realizar la operación que permita entregar los despojos mortales de los ex diputados a sus familiares, permitiéndoles así hacer el duelo”, indicó la organización humanitaria en un comunicado. La Cruz Roja no quiso poner una fecha para la entrega de los cuerpos y pidió discreción y mantener la confidencialidad de todo el proceso de negociación.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) difundieron ayer por la mañana una carta dirigida a los tres países que median a favor de un canje –España, Francia y Suiza–, al ex cónsul de Francia en Bogotá Noel Saez, a Jean Pierre Gontard y a la jefa del CICR en Colombia, Bárbara Hintermann. “Con la presente nos permitimos solicitar su acompañamiento y sus buenos oficios en el propósito humanitario de entregar a la mayor brevedad los despojos mortales de los once diputados de la asamblea del departamento del Valle del Cauca a sus familiares”, aseguraba la principal guerrilla colombiana.

Horas antes, el canciller colombiano, Fernando Araujo, había asegurado que no creía que las FARC entregaran los cuerpos. “Son la prueba de que fueron asesinados”, explicaba el ministro, quien a principios de año logró escaparse de la guerrilla, terminando un cautiverio de ocho años. La decisión de la cúpula de las FARC de entregar los cuerpos llegó sólo unos días después de que millones de colombianos salieran a las calles en las principales ciudades del país para pedir el fin de los secuestros. El anuncio de la muerte de los once ex diputados de Cauca provocó un rechazo masivo contra las FARC. Uno de los principales pedidos de los familiares de los ex diputados asesinados era recuperar sus cuerpos.

Seguramente atendiendo a este clima de opinión, la cúpula guerrillera rompió su silencio y anunció a los colombianos y al mundo que está dispuesto a entregar los cuerpos. En ese mismo comunicado, no obstante, advirtió que cualquier ofensiva de las fuerzas armadas o la presencia permanente de tropas “sus zonas” podría retardar el proceso. Las FARC vienen denunciando que el ejército colombiano ha recrudecido en los últimos tiempos sus ataques contra sus fuerzas. Según sostienen, los once ex diputados provinciales murieron al quedar en medio de una ofensiva del ejército contra uno de sus campamentos.

Siguiendo con esta versión, el segundo de las FARC, Raúl Reyes, aseguró ayer que los 45 secuestrados canjeables “viven en la incertidumbre” por miedo a eventuales ataques del ejército. En un cuestionario que le envió un canal colombiano, la cara pública de la guerrilla garantizó que los rehenes gozan de buena salud. Hace sólo unos días, las FARC habían difundido un video en el que mostraban a siete rehenes canjeables, asegurando que ellos y los otros en cautiverio –entre ellos, la ex presidenciable Ingrid Bertancourt– estaban bien.

Tanto esta prueba de vida como el mensaje a la Cruz Roja son gestos de la guerrilla para sumar apoyos para el intercambio humanitario. El gobierno de Alvaro Uribe sigue rechazando esta opción, principalmente porque supone desmilitarizar una región del país. Sin embargo, sus aliados europeos –presionados por los grupos de derechos humanos– cada vez ganan más protagonismo en esta historia y le hacen más difícil a Uribe avanzar por la vía militar.