En medio de una crisis sin fin, la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) prohibió ayer la venta de pasajes en el aeropuerto de Congonhas hasta que el tráfico de la terminal sea normalizado, informó el diario brasileño O Globo. El cierre temporal de la terminal es una respuesta del gobierno al accidente que ocurrió la semana pasada en ese aeroparque, el de mayor tráfico de San Pablo, y que dejó cerca de 200 muertos. Sin embargo, los pilotos de TAM y Gol, las aerolíneas más grandes de Brasil, habían decidido antes del cierre aterrizar en Guarulhos, el aeropuerto internacional de San Pablo, en lugar de Congonhas por la niebla y las lluvias.

Por su parte, comandantes de las principales aerolíneas dijeron que no pararán en días de lluvia en Congonhas, informó el diario O Estado do Sao Paulo. Esto dejaría al descubierto la desconfianza sobre las condiciones de seguridad de esta terminal, que el lunes sufrió un deslizamiento de tierra sobre la pista. Mientras tanto, los principales aeropuertos brasileños continuaron al borde del colapso con más retrasos y cancelaciones de vuelos a causa del mal clima. Por cuarto día, miles de pasajeros fueron obligados a largas esperas por las demoras de unos 386 vuelos y la cancelación de 184 de los 1074 programados para la fecha, según datos de la empresa estatal de aeropuertos, Infraero. Frente a las críticas a las medidas anunciadas por el gobierno días atrás, Lula habría reconocido ayer en una reunión que podrían aumentar los precios de los pasajes aéreos como consecuencia de la decisión tomada por la ANAC de reducir el tránsito aeronáutico en Congonhas, según la prensa local.