El oficialismo obtenía la victoria en los comicios legislativos celebrados ayer en Dinamarca. El bloque de derecha del primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, iba adelante con el 49,8 por ciento de los votos, y podría no necesitar el apoyo de la centrista Nueva Alianza para revalidar su mayoría absoluta, una vez escrutado el 55 por ciento de los votos. Rasmussen, en el poder desde 2001, llamó a elecciones hace tres semanas –anticipándose dos años– apostando a asegurarse el mandato en un momento de fuerte crecimiento económico, bajo desempleo, recorte de impuestos, y una reforma del generoso sistema de bienestar de Dinamarca.

De acuerdo con los últimos datos, el primer ministro no necesitaría apoyarse en el partido Nueva Alianza dirigido por un ex diputado del Partido Radical, el sirio-palestino, Naser Khader. La coalición liberal y de extrema derecha del Partido del Pueblo Danés obtendría entre 89 y 90 de los 179 escaños del Parlamento, con lo que los 5 escaños que se le atribuyen a Nueva Alianza, un 2,6 por ciento, no serían determinantes. También podría recurrir a alguno de los 4 escaños que se reparten los territorios autónomos de Groenlandia y las islas Feroe y que se contabilizan más tarde.

El Partido Liberal de Rasmussen sería el ganador con el 26,4 por ciento de los sufragios, un 2,6 menos que en los comicios anteriores, seguido por el opositor Partido Socialdemócrata, con el 25,5 por ciento, tres décimas menos que en 2005. El socio de gobierno de los liberales, el Partido Conservador, mantendría el 10,3 por ciento, mientras que su aliado externo, el ultraderechista Partido Popular subiría un 0,6 hasta el 14 por ciento. El gran triunfador del bloque de izquierda sería el Partido Socialista Popular, que pasaría del 6 al 13,1 por ciento, mientras que el Radical Liberal y la “rojiverde” Lista Unica bajarían un 4,2 y un 1,3 hasta el 5,1 y el 2,1 por ciento –una décima por encima de la barrera mínima–, respectivamente .