EL MUNDO › LA CRISIS PAQUISTANI BUSCA REEMPLAZAR AL DESGASTADO DICTADOR
Oficialmente terminó ayer el mandato del presidente, que prepara una transición en medio del estado de emergencia que decretó hace doce días. El general dijo que se quitará el uniforme el 1º de diciembre y hoy se entrevistará con John Negroponte.
› Por Andrew Buncombre *
Desde Islamabad
Un importante enviado de Estados Unidos llegará a Pakistán hoy para conversar con el presidente Pervez Musharraf sobre la crisis del país, en un último esfuerzo por resolver la agitación política existente, en medio de señales de que la administración Bush se está finalmente preparando para desechar al general y apoyar a un líder alternativo. John Negroponte, el vicesecretario de Estado de EE.UU., se reunirá no sólo con el general Musharraf, sino con el vicejefe de las fuerzas armadas, general Ashfaq Kiyani, el hombre posicionado para hacerse cargo del mayor rol militar si el general Musharraf –como ha prometido hacerlo– se saca el uniforme y se convierte en un líder civil.
Ese día debió haber sido ayer, el mismo día que expiraba el término de la asamblea nacional y el gobierno actual fuera disuelto frente a las elecciones que se llevarán a cabo antes de fin de año. Pero mientras el general Musharraf dijo que se sacará el uniforme el 1º de diciembre y prometió que las elecciones se harían, muchos observadores cuestionan sus intenciones, así como el tipo de elecciones que podrían tener lugar con todos los líderes importantes de la oposición encarcelados. La visita de Negroponte había sido planeada antes de que el general Musharraf declarara el estado de emergencia hace 12 días, pero su importancia ha crecido significativamente desde entonces. Ahora llega como emisario de la administración Bush con el más duro de los mensajes, mientras en Washington se está pensando seriamente en apoyar a un líder alternativo en lugar del atribulado general.
“Estará llevando un fuerte mensaje para el general Musharraf. Dirá las mismas cosas que Estados Unidos ha estado diciendo en público: ponerle fin al estado de emergencia, sacarse el uniforme, llevar a cabo las elecciones, darles libertad a los medios y liberar a los prisioneros”, dijo un diplomático occidental en Islamabad. “No creo que diga que es hora de irse, pero dirá que es hora de cambiar.” Mientras Estados Unidos tiene la palanca, controlando más de 10 mil millones de dólares en ayuda financiera y militar que le ha brindado a Pakistán desde el 11 de septiembre, más significativas son las indirectas que está dejando caer –a través de mensajeros de alto perfil como The New York Times– de que está considerando seriamente cómo funcionaría el país con un líder alternativo al general Musharraf.
Si la administración Bush realmente decidió que el general Musharraf es una fuerza acabada o si simplemente lo está sugiriendo para presionarlo a poner fin al estado de emergencia, es incierto. Pero los informes sugieren que un creciente número de personas dentro del gobierno de Estados Unidos cree que los días del líder militar en el poder están contados y que Washington debería comenzar a hacer planes alternativos e incluso hablar con otras importantes figuras militares como el general Kiyani. Gran Bretaña también identificó al general Kiyani como un posible sucesor al general Musharraf.
Mientras tanto, con Negroponte, que debe llegar esta noche para una visita de dos días, los principales rivales del general Musharraf comenzaron a hablar de formar una alianza contra él. La ex primera ministra Benazir Bhutto, jefa del Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), que estuvo bajo arresto domiciliario hasta ayer, cuando fue liberada sugirió establecer un gobierno de unidad nacional para reemplazar al general antes de las elecciones parlamentarias previstas para enero. “Estoy hablando con los otros partidos de la oposición para saber si están en posición de unirse”, dijo a Associated Press. “Necesitamos saber si podemos armar un gobierno interino de consenso nacional a quien entregarle el poder.”
En Karachi, los partidarios del PPP chocaron con la policía durante todo el día (ver recuadro). Los partidarios del PPP también se enfrentaron con la policía en la ciudad de Peshawar al noroeste. Cuatro personas fueron detenidas ayer, incluyendo dos líderes provinciales. En Lahora, Bhutto fue visitada por un diplomático estadounidense a quien le permitieron cruzar las barricadas y el alambre de púa que rodean la casa en la que estuvo detenida. “Vino para saber si yo podría trabajar con el general Musharraf y le dije que era muy difícil trabajar con alguien que, en lugar de llevarnos hacia la democracia, nos retrotrae hacia la dictadura militar”, dijo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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