Dos atacantes se inmolaron contra un colectivo que llevaba agentes de inteligencia y contra un puesto de control militar, matando a 35 personas.
› Por Andrew Buncombe *
Al menos 35 personas murieron en Pakistán cuando dos atacantes suicidas se inmolaron, uno contra un colectivo que llevaba a miembros de una agencia de inteligencia y otro contra un puesto de control del ejército. Las dos explosiones fueron en Rawalpindi, una ciudad militar justo al sur de la capital, Islamabad. Allí, en tanto, la situación política amenazaba con recalentarse cuando se supo que el ex primer ministro Nawaz Sharif volvería hoy al país después de más de ocho años de exilio. Según fuentes gubernamentales, habría –como su rival Benazir Bhutto– alcanzado un acuerdo con el presidente y todavía general Pervez Musharraf.
En el primer ataque, un auto cargado con explosivos se estrelló contra un colectivo que transportaba a un equipo de la agencia de Inter-Servicios de Inteligencia. Según estimó la policía, estarían viajando más de 72 personas. “Sospechamos que los milicianos protalibán que están luchando con los militares en las zonas tribales están detrás de este ataque”, aseguró un oficial.
El atentado fue el segundo más importante contra esa agencia de inteligencia. En septiembre pasado, un atacante suicida se inmoló al subirse a uno de los colectivos de la agencia. En aquella ocasión, los muertos fueron 25.
Como en la mayoría de los atentados, los milicianos islamistas fueron los primeros en ser señalados por la policía y los militares. En lo que va del año los grupos pro-talibán ya se adjudicaron doce ataques contra centros civiles, objetivos militares y policiales. La mayoría tuvo lugar cerca de la frontera con Afganistán, aunque en los últimos meses el conflicto se trasladó a las grandes ciudades, incluso a Islamabad. Asimismo, del otro lado de la frontera, los atentados han crecido considerablemente, llegando a los 130 este año. En el último, contra tropas italianas que construían un puente al este de Kabul, murieron nueve civiles ayer, incluyendo tres niños y un soldado italiano.
A la incesante ola de violencia se suma la tormenta política, que a pesar de las palabras de Musharraf, está lejos de calmarse. Ayer los paquistaníes se enteraron de que hoy estaría volviendo de su exilio el ex premier Sharif, el mandatario al que derrocó el actual presidente en 1999. Según adelantaron miembros de su partido, el dirigente opositor debe tomar un vuelo de Arabia Saudita a la ciudad paquistaní de Lahore esta mañana.
Sharif ya había intentado regresar al país en septiembre pasado, sólo para ser inmediatamente deportado por el propio Musharraf. Sheikh Rashid Ahmed, un ex ministro y un hombre cercano al general, garantizó que esta vez el ex premier no será expulsado.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux