EL MUNDO › JUAN CARLOS LECOMPTE, MARIDO DE LA REHEN INGRID BETANCOURT
Cuando habla de los hijos de su esposa, secuestrada por las FARC desde hace cinco años, Juan Carlos Lecompte sonríe. Pero cuando aborda el drama, el marido de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, su mirada se pierde y en su discurso toma cuerpo la denuncia política. “Uribe es Bush”, fustiga contra el mandatario colombiano y el norteamericano. También vitupera a políticos de Bogotá, sus medios, los paramilitares y las multinacionales. Entre cigarrillo y crítica, nadie queda en pie, excepto el jefe del gobierno francés, Sarkozy, y quien trajo luz a la sombría vida de muchos familiares de rehenes, el presidente Hugo Chávez. El mediador que Uribe derribó, cuenta Lecompte, porque estaba robando escena. Su deseo ahora, señala el visitante, es recibir ayuda del gobierno argentino. Como Lecompte teme que la mujer estampada en su remera, Ingrid, muera de pena, una vez más le arrojará fotos de sus hijos desde un avión para salvarla con una dosis de alegría.
–¿Por qué vino a la Argentina?
–Para escaparme un poco de Colombia. La prensa me estaba acribillando, me decían apátrida y que quiero hacerle daño al gobierno por pedir la libertad de los secuestrados. Me atacan porque denunciamos la reelección de Uribe, que estaba prohibida hasta que él cambió la Constitución. Además, el vicepresidente y el ministro de Defensa son hijos de los dueños de grandes medios. Si enfrentamos al gobierno, enfrentamos a la prensa. Ahora me gustaría muchísimo hablar con la presidenta argentina antes de que venga Uribe. Creo que Argentina puede jugar un rol claro y Brasil también.
–Usted también pide la vuelta de Chávez al proceso...
–Es la persona idónea. Yo he hablado muchas veces con los mandos medios de los guerrilleros en las cárceles y todos admiran a Chávez. Los secuestrados que recuperan la libertad dicen que lo adoran. Ese es el valor de Chávez como mediador. Es la única persona que la guerrilla va a oír. Sarkozy ha sido muy generoso desde su campaña con Ingrid y Chirac también. Francia es el motor del acuerdo, pero el mediador es Chávez. –¿Porqué la senadora Córdoba dice que Uribe tumbó a Chávez?
–Colombia le entregó la mediación a Caracas pensando que iba a fracasar. Pero cuando Chávez llevó a la guerrilla al Palacio de Miraflores y el jefe de las FARC, Manuel Marulanda, dijo que ya venían las pruebas de vida, las mismas que fueron capturadas después por el ejército, Uribe vio que la cosa se le estaba saliendo de las manos. Entonces rompió todo de una manera brutal y miserable por una simple llamada que había hecho Chávez a un general de Colombia. El problema es que Venezuela iba a ganar los créditos y el presidente colombiano iba a quedar como un estúpido porque nunca ha hecho nada.
–Usted dijo que Uribe es el jefe de los paramilitares, ¿tiene pruebas?
–Hace 10 años cuando él era gobernador de Antioquia, creó unos grupos paramilitares llamados Convivir para defender las fincas. De ahí surgieron las actuales fuerzas paramilitares. Jueces de EE.UU. condenaron a la empresa Chiquita por financiar a paramilitares. Creo que Coca Cola también tuvo problemas. Hay 40 legisladores que apoyaron a Uribe y están cuestionados por sus vínculos con los paramilitares; 15 están presos. Uno, Mario Uribe, primo hermano del presidente. El jefe de la inteligencia colombiana, mano derecha de Uribe, está también preso por esto. El escándalo viene subiendo, pero no creo que golpee a Uribe porque paramilitar que lo denuncie lo extraditan a EE.UU. Ese es su escudo.
–¿Por qué EE.UU. no interviene más en el acuerdo humanitario?
–Es que Uribe es como Bush. Quieren resolver todo por las armas. Lo que hace Washington en Irak es una cosa brutal, de violencia y tierra arrasada, lo mismo que está haciendo Uribe con el Plan Colombia. El gobierno colombiano todavía quiere intentar el rescate militar. Ellos muestran unas estadísticas de un 60% de éxito en los rescates, pero mezclan peras con manzanas. Una cosa son los secuestrados por una banda de delincuentes comunes. Y otra, los rehenes políticos que están en la selva donde la guerrilla domina y tiene campos minados. En esto el ejército tiene cero éxito, cuando llega los rehenes ya están muertos. Hay 4000 secuestrados en Colombia. Los paramilitares tienen 600 y las FARC tienen 800, de los cuales sólo 55 son políticos. El ELN tendrá 500 secuestrados. La mayoría son presos de la delincuencia.
Reportaje: Juan Manuel Barca.
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