Luego de la ilegalización del partido separatista vasco Batasuna (brazo armado de la ETA), la semana pasada, y de los incidentes en las protestas por la medida ocurridas el fin de semana, el juez español Baltasar Garzón resolvió ayer prohibir toda manifestación que intente reivindicar a este partido. El gobierno regional vasco ya puso en vigencia la disposición. Según una encuesta telefónica de la Cadena Ser, el 75 por ciento de los españoles apoya la ilegalización de Batasuna. En el País Vasco, el apoyo desciende al 32 por ciento.
Fuentes del Departamento del Interior vasco indicaron que la decisión de Garzón busca evitar que se repitan los incidentes registrados el domingo al término de una manifestación en San Sebastián. Luego de la marcha de unas 5000 personas, un grupo de jóvenes se enfrentó a la Ertzaintza (policía regional vasca). Quedó un herido de gravedad. Los seguidores de Batasuna tenían previsto realizar una manifestación el fin de semana que viene en Bilbao.
“No tendrá carácter legal o lícito cualquier manifestación, ya sea convocada corporativamente, personal, pública o privadamente y que, de hecho, se refiera a Batasuna”, dijo Garzón en la orden emitida a la Ertzaintza. La prohibición de las manifestaciones se produce en vísperas de que el Tribunal Supremo reciba formalmente dos pedidos de ilegalización definitiva de Batasuna. Uno proviene del gobierno de José María Aznar, que el mismo día de la ilegalización de Batasuna que Garzón se adelantó a dictar en base a pruebas que vinculan al partido con la ETA, recibió el apoyo masivo del Congreso de los Diputados para solicitar la ilegalización total. El otro procede de la Fiscalía General del Estado.
El gobierno espera que los jueces del Supremo prohíban el partido radical vasco antes de Navidad, aunque respetará la decisión que tome la Justicia. El veredicto debería producirse en “un plazo de cuatro a seis meses”, declaró el ministro español de Justicia, José María Michavila, a la radio Cadena Ser.