EL MUNDO › TRAS EL ASESINATO EN DAMASCO DE SU LIDER, IMAD MUGHNIEH
La guerrilla chiíta libanesa le dijo al gobierno de Israel que esté atento a una guerra abierta en cualquier parte del mundo. El ejército y las embajadas israelíes se hallan en máxima alerta. Ayer en Beirut recordaron al ex premier Rafik Hariri.
› Por Juan Miguel Muñoz *
desde Jerusalén
Nervioso, emocionado, y en un mensaje dirigido vía satélite a los dolientes por el asesinato en Damasco de Imad Mughnieh, jefe militar de Hezbolá, el líder chiíta libanés, Hasan Nasralá, se despachó con virulencia en sus amenazas contra el eterno enemigo. “Con este crimen, el momento, el lugar y el método elegidos, ustedes, sionistas, han cruzado la frontera. Si quieren este tipo de guerra abierta, dejemos que el mundo lo escuche, habrá una guerra abierta”, tronó Nasralá. El campo de batalla se ha extendido a todo el mundo, y el gobierno israelí tomó nota inmediatamente: el ejército y sus embajadas se hallan en máxima alerta, y se advirtió a sus nacionales que eludan los viajes a numerosos países.
En un país fraccionado en dos mitades irreconciliables, decenas de miles de personas conmemoraron en la céntrica plaza de los Mártires de Beirut el tercer aniversario del magnicidio del ex primer ministro Rafik Hariri. La lluvia emborronó un acto también ensombrecido por lo que iba a acaecer después a escasos kilómetros. En el barrio de Haret Hrek, devastado por los bombardeos de la aviación israelí en julio de 2006, otra multitud apasionada acudía al funeral de Mughnieh. Nasralá se dirigió a los presentes para insuflar determinación y advertir a los gobernantes hebreos.
“La sangre de Mughnieh conducirá a la eliminación de Israel. Esto no es una reacción emocional –clamó el líder islamista, airado como en pocas ocasiones, muestra de la relevancia del fallecido en Siria en un atentado con explosivos–. Yo digo a los israelíes que Hezbolá no es débil, y que la muerte de Imad nos hace más fuertes. Israel ve este martirio como un gran logro, y nosotros lo apreciamos como una buena señal de nuestra próxima victoria.” Al sepelio acudió Manoucher Mottaki, ministro de Exteriores de Irán, gran valedor de Hezbolá. El jefe de la diplomacia iraní leyó un mensaje del presidente Mahmud Ahmadinejad en el que denunció las operaciones criminales de Israel.
Desde hace años Hezbolá ha limitado sus ataques al territorio de Israel, y en la contienda de 2006 –“esa guerra no ha terminado”, apuntó Nasralá– paralizó la cuarta parte del país con el lanzamiento de 4000 cohetes Katiusha. No es probable a corto plazo un asalto en la frontera –patrullada con más rigor por los israelíes–, entre otros motivos porque las fuerzas internacionales vigilan el sur del país. No obstante, se ignora el arsenal que ha almacenado al norte del río Litani, a 40 kilómetros del linde.
Los intereses israelíes en todo el planeta son ya objetivos de Hezbolá. Los especialistas aseguran que lo más probable es que intenten un atentado contra una legación diplomática en cualquier país en el que las medidas de seguridad sean más salvables. Ante estas especulaciones, la oficina israelí de lucha antiterrorista ha dado estrictas consignas de seguridad a sus ciudadanos residentes en el extranjero. En un comunicado de su ministerio, la canciller israelí, Tzipi Livni, que se encuentra en Estados Unidos, dijo que Israel sabe cómo afrontar las amenazas de Hezbolá.
Al mismo tiempo, Washington mostró preocupación por la declaración de guerra abierta contra Israel. “Por regla general, ese tipo de declaraciones son bastante preocupantes y deberían ser alarmantes para todo el mundo”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, en una rueda de prensa. “Está claro que Hezbolá tiene un largo historial de llevar a cabo acciones violentas, acciones de terrorismo en todo el mundo”, agregó. McCormack también se refirió en particular al perfil de Mughnieh. “Existe un recorrido de violencia desde Buenos Aires hasta Kuwait y muchos lugares en el medio”, señaló.
En tanto, el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, afirmó ayer que su país va a sancionar a Estados Unidos, luego de que el presidente norteamericano George W. Bush anunciara el miércoles que reforzará las sanciones aplicadas por Washington a Damasco. “No es la primera vez que Estados Unidos toma medidas contra Siria. Pero esta vez nosotros vamos a sancionarlos”, declaró Muallem junto a su homólogo iraní.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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