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• SUBNOTA › STOIBER REPUNTA EN ALEMANIA
No canten victoria
En la cuenta regresiva hacia los comicios del domingo en Alemania, resucitó el candidato conservador Edmund Stoiber: una nueva encuesta del instituto que predijo en 1998 el triunfo de Gerhard Schroeder, muestra que el candidato de democristianos y socialcristianos tiene un 37,3 por ciento en las intenciones de voto frente al 37 por ciento del actual jefe de gobierno socialdemócrata. Es más: de los posibles socios de cada uno, el derechista Partido Liberal (FDP) tiene el 10,1 por ciento mientras los Verdes, actuales socios de Schroeder, llegan al 7,2 por ciento. Stoiber, que anteayer comenzó a esgrimir la antiinmigración como modo de captar votos, apuntó ayer a la política de Schroeder respecto a Irak, que fue una de las causas de la suba del socialdemócrata.
“La actitud de Schroeder es completamente irresponsable”, dijo Stoiber acerca de la oposición férrea del canciller respecto a un ataque a Irak, ahora que todo entró en una supuesta impasse por la autorización iraquí al regreso de los inspectores de la ONU. Schroeder reafirmó ayer que su postura siempre fue la de bregar por la entrada de inspectores en Irak.
La encuesta del Instituto Demoscópico Allensbach, encargada por el periódico conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung otorga a la derecha del CDU/CSU un incremento de apenas el 0,3 por ciento con respecto a la semana pasada, mientras que el SPD se mantiene en el mismo nivel. El Partido Liberal (FDP), posible aliado en una futura coalición de gobierno con Stoiber, logró el 10,1 por ciento, mientras los Verdes, socios minoritarios del SPD, perdían un 0,1 por ciento situándose en el 7,2 por ciento.
Los números en sí no han cambiado demasiado, pero alcanzan para disipar el clima derrotista en las filas de Stoiber. El candidato conservador mantenía una ventaja considerable, a caballo de los problemas de desempleo (9,6 por ciento), pero la posición de Schroeder sobre Irak (cercana a la de la mayoría de los alemanes) y la actuación del gobierno durante las inundaciones (que además sirven a los argumentos de sus socios ecologistas) comenzaron a inclinar la balanza. El gobierno tiene hoy por hoy al político más popular de Alemania, el líder de los Verdes y ministro de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, y ya lo puso a hacer campaña. Faltando cuatro días para los comicios, la cuestión es ver si el envión de Schroeder se confirma o no.
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