Juan Carls Lecompte, el esposo de la más célebre de los rehenes en manos de las FARC, Ingrid Betancourt, consideró ayer que la muerte del líder de la organización guerrillera no representa una esperanza de paz para su país. También manifestó que el nombramiento de Alfonso Cano al frente de la principal guerrilla colombiana, en el lugar que dejó vacante Manuel “Tirofijo” Marulanda Vélez, no ablandará a la actual dirigencia ni supondrá cambios en su línea política. “Las FARC son un grupo muy bien organizado, tienen una línea stalinista y su cadena de comando está intacta”, declaró Lecompte al sitio Correio Web y reafirmó su opinión de que el verdadero obstáculo que impide el canje humanitario es la postura que el presidente Alvaro Uribe mantiene frente al conflicto. “Uribe da prioridad a la vía militar y no a la negociación, prefiere rescatar a los secuestrados militarmente y prefiere aniquilar a las FARC antes que hablar con los guerrilleros”, sostuvo. También dijo que en lo que va de este año no recibió ninguna información sobre el estado de su esposa, cautiva desde febrero de 2002.