El integrante del secretariado (cúpula) de la guerrilla de las FARC, Iván Márquez, aseguró en un comunicado divulgado ayer que el presidente colombiano, Alvaro Uribe, quiere asesinar a sus pares de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa. “El verdadero terrorista es Alvaro Uribe. Intentó y sigue intentando matar al presidente Hugo Chávez”, precisó Márquez.

En su escrito, fechado el domingo, Márquez –cuyo verdadero nombre es Luciano Marín– señaló que el servicio de inteligencia colombiano (DAS), infiltró en el pasado con ese propósito, en Caracas, a más de cien paramilitares. Márquez agregó que ahora “el DAS está preparando varios grupos de sicarios para enviarlos al Ecuador a asesinar al presidente Rafael Correa en coordinación con un general (retirado) ecuatoriano de apellido Aguas”.

Esto sucede al día siguiente de que el presidente venezolano Hugo Chávez llamara a las FARC para que liberaran sin condiciones a los rehenes. Su llamado alentó a los familiares de los rehenes y al gobierno colombiano, que ayer anunció también que sus tropas ubicaron el sitio donde los rebeldes mantienen a tres estadounidenses. El ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, un habitual contradictor de Chávez, confió ayer en que ese llamado se traduzca en acciones palpables. “Ojalá que eso se traduzca en hechos. Nuestro objetivo fundamental y estratégico es que nuestros vecinos colaboren en la lucha contra el terrorismo”, señaló.

El fin de semana el periodista Carlos Lozano y el ex candidato presidencial Alvaro Leyva, autorizados por Bogotá para gestionar la liberación de rehenes, informaron que reactivaron contactos con el nuevo líder de las FARC, Alfonso Cano. Además de pedirle a Cano que libere sin condiciones a los rehenes, Chávez agregó que “la guerra de guerrillas pasó a la historia”. Al mismo tiempo, el ex rehén Luis Eladio Pérez aseguró tener informes provenientes de esa guerrilla, según los cuales en los próximos días se reanudarán las liberaciones unilaterales, interrumpidas tras el ataque en marzo que dio muerte al número dos de las FARC, Raúl Reyes, en el norte de Ecuador.