Amnesty International (AI) condenó ayer el asesinato de Celso Augusto Daniel y recordó que, “si bien las circunstancias de su asesinato todavía no están claras”, la muerte se ha producido tras una serie de “amenazas y ataques contra políticos del PT” en los últimos meses. Amnesty denunció el “contexto de violencia contra el Partido de los Trabajadores en todo el país” y exige al gobierno brasileño “una investigación completa de los móviles políticos de esos crímenes”. AI también advierte que el asesinato de Daniel “no debería utilizarse como una excusa para que el gobierno introduzca “rápidas medidas de seguridad pública que pueden darle mayor apoyo electoral”, pero que pueden violar los “derechos humanos de todos los brasileños”. “Introducir medidas policiales represivas y de seguridad en un país condenado ampliamente por la sistemática tortura cometida en sus prisiones y comisarías no contribuirá a luchar contra el crimen”, subraya el comunicado.