El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó ayer que el gobierno de Colombia cometió un delito al usar el nombre de la Cruz Roja y del canal Telesur durante el reciente rescate de 15 rehenes de las FARC, y dijo que el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, es el “enemigo número uno” de la integración de América latina. Dicho canal evalúa entablar acciones legales contra Bogotá.

“Para ellos eso es irrelevante”, dijo Chávez en relación con la utilización del isotipo de la Cruz Roja y la simulación de que dos efectivos eran periodistas de Telesur en la operación de rescate de los rehenes, el 2 de julio pasado, admitida en las últimas semanas por las autoridades de Colombia.

Sin embargo, “utilizar los símbolos de Telesur en la operación que ellos lanzaron, eso es un delito, un delito internacional”, subrayó el mandatario durante su programa dominical de televisión Aló Presidente. “Yo soy incapaz de hacerlo, pero suponte tú que por error lo hago; ya me estarían enjuiciando en La Haya, fíjense la doble moral del mundo”, manifestó.

En un comunicado, Telesur rechazó “enérgicamente” que se haya utilizado su nombre para “hacer de la verdad la primera baja de la batalla” y anunció que evalúa la posibilidad de entablar acciones legales contra el gobierno de Colombia. Telesur es un canal de televisión con sede en Caracas, cuya propiedad comparten varios estados latinoamericanos pero con mayoría accionaria y dirección operativa a cargo del gobierno venezolano.

Por otra parte, Chávez calificó al ministro Santos como una “peligrosa amenaza” para la paz de la región y “enemigo número uno de la integración de nuestros pueblos”. Según el mandatario, Santos “está totalmente subordinado a Washington y eso es muy peligroso para la paz de este continente”, sobre todo porque “quiere ser presidente de Colombia, se le ve en los ojos la ambición de poder”.

En alusión a declaraciones que el ministro colombiano hizo días atrás, durante una visita a la capital estadounidense, Chávez dijo que Santos –a quien definió como “un hombre de la extrema derecha, paramilitar”– es “un francotirador que se va para Washington y desde allá tirotea guapo, apuntando a los gobiernos, a la dignidad de los pueblos”.

Las relaciones entre los gobiernos de Venezuela y Colombia tuvieron marcados altibajos en el último año, luego de que el presidente colombiano, Alvaro Uribe, admitiera a Chávez como mediador ante las FARC en agosto de 2007 y tres meses después cancelara esa autorización.

Otro pico de tensión tuvo lugar a comienzos de marzo de este año, tras el bombardeo de tropas colombianas a un campamento de las FARC en Ecuador, cuando Chávez anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas y las reanudó pocos días después.