Nuevo laborista, viejo laborista o conservador, el próximo gobierno tendrá que cargar con un pesadísimo fardo. En el anuncio del presupuesto del año 2010-2011 que hizo en el Parlamento, el ministro Alistair Darling indicó que el PIB descendería un 3,5 por ciento este año y la deuda pública alcanzaría un 80 por ciento en 2013, el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial. La recesión ha producido una caída de la recaudación impositiva y un mayor gasto público (aumento del desempleo), pero el gran hueco proviene de la deuda acumulada por los sucesivos rescates del sector financiero y los intereses que tendrá que pagar.