Un coche bomba mató ayer a diez personas e hirió a setenta, algunos de gravedad, en la ciudad de Peshawar, al noroeste de Pakistán. El gobierno especuló con que el atentado fue organizado por los talibanes, en represalia por la ofensiva militar en el valle de Swat. La bomba causó graves daños en un cine y destruyó diez comercios. Diez coches fueron completamente destruidos y varios más fueron dañados. Habitantes de Peshawar, que es capital de la provincia del Noroeste, que tiene frontera con Afganistán, dijeron que la explosión se escuchó por toda la ciudad. La televisión local mostró imágenes de llamas saliendo del lugar de la explosión y de una gruesa columna de humo, mientras los bomberos y equipos de salvamento se apresuraban para atender a los heridos y apagar el fuego. Peshawar sufrió una oleada de atentados en los últimos años, de los que se acusa también a los militantes talibán. El último fue el sábado pasado y dejó doce muertos, incluyendo mujeres y niños. Peshawar se transformó recientemente en un centro de refugiados para los que escapan de los combates contra las guerrillas talibanas en la zona fronteriza.